Comprar Hoka Cielo X1
La relación de Hoka con el triatlón no es nueva. Son patrocinadores oficiales (y uno de los principales) de la franquicia Ironman. Este año han llegado también a un acuerdo con la mítica carrera de Challenge Roth. Y tienen unos cuantos profesionales de Tri en sus filas. ¿Quién no ha visto a Jan Frodeno con unas Hoka? Pero no es el único, también están Sam Laidlow, Joe Skipper, Daniela Ryf, Jan Stratmann, Imogen Simmonds… la lista es muy larga. No tengo duda que cuando estaban creando estas Hoka Cielo X1 tenían el triatlón en mente.
Ya tenían zapatilla de competición en la gama, las Rocket X2. Pero las Cielo X1 llegan para complementar esa gama de competición con un modelo que aporta cosas diferentes a lo que son las Rocket.
Antes de continuar decirte que estas zapatillas las he comprado directamente en tienda, no se trata de un envío de producto por parte de la marca. De cualquier manera eso no cambia en absoluto la forma en la que llevo a cabo mis análisis y opiniones, porque son siempre libres e independientes y desde la máxima honestidad por mi parte.
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Zapatilla defensiva para triatlón
Te voy a explicar qué es lo que yo he denominado como «zapatilla defensiva» y por qué considero que es perfecta para triatlón.
Cuando corres una prueba de asfalto, tipo media o maratón, salimos buscando un ritmo objetivo. Ese ritmo que has entrenado y machacado y del que no te quieres desviar en absoluto. Dos segundos por encima o por debajo ya es estar fuera del plan, así que lo que hacemos es salir a atacar ese ritmo objetivo.
El triatlón es otra historia. Salimos de T2 con una esperanza de ritmo. Por supuesto siempre inferior a lo que podríamos conseguir en una carrera de asfalto. Y tu objetivo es defender ese ritmo estimado durante el mayor tiempo posible, con suerte hasta línea de meta. Sabes que la fatiga acabará llegando y que cada vez va a ser más difícil.
¿Y por qué considero a las Cielo X1 defensivas? Por su rocker tan marcado, tanto delantero como trasero
Diseñado para ser un efecto balancín, ayuda a la transición de la pisada y fomenta el movimiento hacia delante.
Va a ser la zapatilla la que incite a seguir dando zancada tras zancada, por la propia forma de la zapatilla, que unido a otras consideraciones que te voy a hacer a continuación configuran lo que estoy denominando zapatilla defensiva.
Una mediasuela muy especial
La mediasuela de las Hoka Cielo X1 es sin lugar a dudas su parte más especial. No sólo estéticamente (que es lo que más llama la atención), también en el carácter que ofrece la zapatilla.
Empiezo desde la parte superior con la primera curiosidad: la plantilla no está pegada y se puede sacar sin problema, algo nada habitual en zapatillas de competición donde siempre está pegada. El que quiera y lo necesite podrá usar su propia plantilla.
La configuración de la mediasuela es una placa de carbono en sandwich entre dos capas de PEBA. Estas capas son de diferente densidad. La primera capa, la superior, es más blanda. De hecho no es sólo porque lo diga el durómetro, es algo que se aprecia perfectamente al tacto.
Esa es la capa que encontramos inmediatamente bajo el pie y es la encargada de recoger el pie en cada zancada. De cara a la comodidad es importante que sea agradable, para evitar que nos pase la rigidez de la placa de carbono.
La segunda capa, también de PEBA, es más densa. Esa es la capa que se comprime con el efecto de la placa de carbono (de longitud completa) y es la que ofrece el empuje al descomprimirse al hacer el despegue. El tacto es el habitual de una PEBA, ese tacto gomoso tan adictivo que hace el efecto de trampolín.
Toca hablar de la placa. Tiene un diseño muy específico y avanzado. Como acabo de decir, es de longitud completa y además cuenta con unas extensiones laterales que recuerdan a las Saucony Endorphin Speed 4, asomando por los laterales.
Estas alas laterales están ahí para dar más estabilidad a la pisada en una zapatilla muy alta, unidas a la propia anchura en la zona delantera. Y es que no es una zapatilla para talonadores, aunque no representase un problema.
Destaca por supuesto el enorme vaciado central que coincide con una de estas alas.
Este vaciado ayuda a reducir peso (que como te explicaré más adelante, no es su fuerte) y además contribuye también a la transición de la pisada, haciendo que esa zona sea más fácil de deformar. Pero no hay que olvidar que continúa tratándose de una zapatilla bastante rígida.
En cuanto a medidas, tenemos los 40mm de altura en la parte trasera que marca la norma, con una altura en la zona de antepie de 33mm. Así que el drop resultante es de 7mm.
Para dotar de estabilidad a las Cielo X1, Hoka utiliza varios sistemas. El primero es el ya comentado de la anchura delantera. Pero también tenemos «flare lateral» tanto en la parte interna como en la externa de la zapatilla.
En definitiva, el corazón de las Hoka Cielo X1 es la mediasuela tan especial, y destaca en tres cosas:
- Rocker muy marcado
- Espuma PEBA de doble densidad
- Placa de carbono con un diseño muy específico
Upper de buena realización, pero no tan especial
El upper de las Hoka Cielo X1 no se siente como el típico upper de una zapatilla de competición, esa sensación típica de ser casi como un papel. Incluso podría pasar por un upper de una zapatilla de entrenamiento.
La ventilación no es mala, pero sí es cierto que hay otras zapatillas que son más frescas y ventiladas. No he tenido problemas de calor, pero quizá en alguna carrera de julio o agosto sí me falte un poco de ventilación para esos días calurosos. Lo que no he probado de forma específica es la evacuación de agua.
En cuanto a aspectos de diseño, destaca que tanto el logo de Hoka y algunos otros termosellados tienen un acabado tornasolado. Tiene cierto parecido a las escamas de un pescado, en función de la incidencia de la luz ofrece brillos de diferentes colores.
Un toque diferente.
Hay que destacar la lengüeta, que está a medio camino entre botín y lengüeta. Se encuentra unida a la mediasuela por el mismo material que conforma la lengüeta y no por unas cinchas diferentes. Es muy elástica, sin mullido pero protege lo suficiente al pie. Al ser tan elástica quizá se sienta grande, pero aunque haya arrugas no resulta incómoda en el pie.
Es una lengüeta que por su forma y concepción nuevamente vuelve a recordar esa sensación de zapatilla para triatlón. En la parte superior tiene un enorme tirador, aunque no lo hay en la parte trasera. Pero realmente no le hace falta, el collar abre bastante, la lengüeta se separa muy bien y es fácil y sencillo introducir el pie de forma rápida.
En la parte del talón tenemos una pieza que aporta un poco de estructura, pero sin ser rígida. Permite dar forma a la zapatilla, y cuenta con un par de almohadillas que son las que afianzan la zapatilla al talón.
No he tenido ningún problema de deslizamiento en la zona trasera, y tampoco me ha requerido ser muy cuidadoso con la lazada.
Hablando de lazada, mención aparte para esos cordones. Y es que más que cordones parece el lazo de un paquete de regalo, especialmente en el color de la zapatilla que yo he comprado.
Por funcionamiento son satisfactorios: anchos, longitud correcta, una vez atados no se mueven… Pero tienen «algo» que no me termina de encajar, no sé muy bien decirte qué es.
Por último, dado su caracter de triatlón, está la pregunta de si es una zapatilla apta para correr sin calcetines. Quizá lo sea, pero es algo que yo no he probado, no hay ni una sola zapatilla que no me produzca rozaduras, así que no puedo arriesgarme a no ponerme los calcetines. Sólo tiene la costura para sujetar la lengüeta en la parte inferior, por lo que podría resultar cómoda para ese uso, pero es algo que tendrás que probar tú mismo.
Suela muy normal
Desde luego la suela es lo más normal de la zapatilla. Aunque quizá pueda considerarse especial, porque la suela de estas Hoka Cielo X1 es excepcionalmente dura para tratarse de una zapatilla de competición.
Eso garantiza que va a ser una zapatilla que va a durar bastantes kilómetros, pero que no destaca por su tracción en mojado (así que cuidado en los avituallamientos). Eso sí, en seco ningún problema, independientemente de los ritmos.
Para otorgar tracción Hoka utiliza dos tecnologías. Principalmente encontramos surcos con forma de onda, es lo que más morderá el asfalto. Pero además están presentes los vaciados, que no sólo están ahí para reducir el peso de la zapatilla si no que también ayudarán con la tracción.
El elefante en la habitación: el peso
Sin duda el peso es su mayor handicap, y creo que es el factor que más acentúa su consideración como «zapatilla defensiva».
Las Hoka Cielo X1 en mi talla 46 2/3 (una US12) se van hasta los 291 gramos. Se mire por donde se mire, es un peso elevado. Para que tengas referencia con otras zapatillas, las New Balance Supercomp Elite v4, una zapatilla que ya critiqué por peso elevado, se queda en 283 gramos.
Las Nike Alphafly 3, similares en cuanto a mediasuela muy diferente al resto, se quedan en sólo 249 gramos. Y las Vaporfly 3, por su parte, sólo 235 gramos.
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Si tienes dudas, recuerda que tienes la sección de comentarios en la parte inferior, donde trataré de resolver todas tus preguntas.
Opinión Hoka Cielo X1
Y sin embargo, no me preocupa ese peso. No lo hace por la faceta de «zapatilla defensiva» que te he comentado. En mi opinión es una zapatilla enfocada a mantenerte rodando en la pisada y hacerte llegar a la línea de meta sin castigarte demasiado, pero no busca las máximas prestaciones. Para eso Hoka ya tiene las Rocket X2.
Las Cielo X1 son otra historia. Otro concepto y otras sensaciones.
Con estas Cielo X1 he corrido dos competiciones: Media Maratón de Madrid y Ironman 70.3 Valencia.
En Madrid, subiendo el primer tramo por Castellana eran muy buena opción por ser un ritmo más lento y tener ese rocker que ayudaba a la transición de la pisada. Pero a la hora de comenzar a bajar y querer atacar ese ritmo de competición que te comentaba antes, creo que no es la mejor opción del mercado. A pesar de tener rebote, no dan esa sensación de «querer guerra» que podemos tener con unas Alphafly, Metaspeed o incluso las New Balance SC v4.
Pero si nos vamos al Ironman de Valencia la historia cambia totalmente. El ritmo de carrera es más lento, teníamos curvas muy cerradas incluyendo giros con conos, y corríamos en el parque del Turia con zonas rotas.
En esas condiciones las Hoka Cielo X1 fueron una auténtica gozada. Ayudando a la transición, a mantener el ritmo, contando con una espuma con buen retorno de energía y cuidando las piernas para el final de la carrera. Y a pesar de su altura, siempre con una estabilidad muy respetable.
La verdad, no se me ocurre mejor zapatilla que hubiese podido llevar en esta carrera. Tal es así que mucho tendrían que cambiar las cosas para que no sea la zapatilla con la que vaya a correr en Roth este año.
Y con esto… ¡gracias por leer!
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