Sobre mí

Publicidad

Antes de que continúes dando tumbos por este blog, ¿qué te parece si nos conocemos? O, al menos, que tu me conozcas a mí. Soy un simple deportista, exactamente igual que tu. Corro, monto en bicicleta y nado (siempre que haya socorrista) y no siempre en ese orden.

Esta página no es mi trabajo oficial. Al menos, no lo que me sustenta, porque trabajo da mucho. Desde hace muchos años estoy dentro del sector de la telefonía móvil. Comencé el siglo pasado (sí, cuando los teléfonos sólo servían para llamar) y he llegado hasta el día de hoy, creando diferentes empresas por el camino. Siempre, desde muy pequeño, he estado ligado a la tecnología de una forma u otra.

Cómo comencé a correr

Nunca he sido un gran aficionado a correr, salvo que fuera detrás de una pelota. Mis gustos deportivos siempre han ido encaminados hacia deportes de equipo, y con un balón de por medio. La única salvedad son los años de afición a la bicicleta de montaña. Supongo que esto es lo que más me ha acercado al deporte de resistencia en sí.

La primera vez que comencé a correr fue con el objetivo de perder peso. Sin ninguna pauta, sin regularidad y sin establecerme un ritmo. Simplemente trotaba y cuando me cansaba paraba y andaba. Ni siquiera sé qué distancia recorría. Sólo me interesaba salir a hacer algo de deporte. Una vez alcanzado el objetivo de pérdida de peso, lo dejé.

Vuelta a correr por segunda vez

Evidentemente, el peso perdido volvió. Así que se repitió el proceso nuevamente, y el objetivo era el mismo. Esta vez sí lo hacía de forma algo más ordenada, buscaba un ritmo, buscaba una distancia y como resultado, veía la mejoría. Las comparaciones con anteriores salidas me permitían ver el resultado del entrenamiento. Misma distancia, menor tiempo. Era capaz de correr más distancia y a mayor velocidad.

Se puede decir que comencé a aficionarme al atletismo, pero mis metas no pasaban más allá del trote cochinero y de ser capaz de correr 10 kilómetros en una hora, lo cual en aquella época me parecía algo fabuloso.

No hay dos sin tres

Así es, tal y como estás pensando, volví a tropezar con la misma piedra. Dejar de correr y volver a ganar peso. Tras una operación de menisco decidí lanzarme nuevamente a correr. Desempolvé mi viejo Garmin Forerunner 410 y me fui a por 3 kilómetros, como parte de la recuperación post operación. Ritmo de 7:32 min/km y 168 pulsaciones de media. Tal cual.

El objetivo volvió a ser el mismo, entrenar para reducir esa incipiente barriga. Pero esta vez algo cambió, el interés cada vez estaba menos enfocado a la pérdida de peso, y más a derribar barreras. En algún momento el objetivo dejó de ser perder peso, y eso fue el punto de inflexión. Ahora perder peso era una mera consecuencia de mi nueva vida como atleta.

¿Y el nombre?

Cuando comencé con el blog había que elegir nombre. Como siempre suele ocurrir en estos casos, dedicamos muy poco tiempo en decidir algo que convivirá con nosotros mucho tiempo. En ese momento pensar en correr una maratón era algo intangible. Un objetivo vital. Algo que hacer, al menos, una vez en la vida. Pero lejano en el tiempo, casi una quimera. Un maratón, para un corredor popular “de fin de semana”, intimida. Pues poco tiempo después (y dejando 40 kilos en el camino) logré cruzar la línea de meta del maratón de Valencia en menos de  cuatro horas.

 

Acerca de este blog

En este blog no sólo te contaré mi evolución, o el día a día, o cómo se desarrollan las carreras en las que voy participando. Además, y dado que en mi profesión estoy siempre rodeado de cacharros electrónicos de diversa índole, realizaré análisis exhaustivos de todos esos pequeños cacharritos que ayudan a los deportistas en cualquiera de las facetas. Porque los días de salir a correr con una camiseta vieja y unas zapatillas roídas son algo del pasado. La tecnología ha venido para quedarse.

 

Bienvenido al blog, ¡y gracias por leerme!

Eduardo

Botón volver arriba