Semana de entrenamiento planeada para estar listo para una tirada larga el domingo. Por lo tanto, no he querido sobrecargar las piernas ya que el domingo había que ir un poquito largo, por un motivo un tanto especial…
Paso a detallar el resumen del entrenamiento de esta semana
[table id=2 /]Una semana con bastante menos carga que la anterior. Empecé con una salida nocturna con la bicicleta para soltar piernas después de los casi 20km corriendo de los dos días anteriores. Una salida relajada, donde sólo se pueden destacar algunos piques momentáneos con «demarrajes» junto con mi compañero de salida, motivo por el cual la gráfica es una locura y con varias paradas de ritmo, al subir/bajar y parar para reagrupar.
El martes no tenía pensado salir a correr, pero me liaron (suele pasar), aunque hice la mitad de km que el grupo, ya que tocaba descansar y seguir machacando piernas no me parecía lo más indicado.
Así que el miércoles tocaba descanso activo, con un poco de gimnasio, jugando el jueves el partidillo habitual. En provisión de una tirada larga el domingo, el viernes y el sábado tocaba descansar.
El domingo venía lo duro. Mi distancia máxima habían sido 13 o 14 kilómetros, tras los que siempre había acabado machacado. Viendo el panorama, mi contestación a las múltiples conversaciones sobre apuntarse a la media con el resto del grupo de entrenamiento eran negativas, no me veía capaz ni física ni psicológicamente. No en vano, los intentos de tirada larga hasta el momento no habían sido muy fructíferos. Pero es verdad que no había dejado un descanso previo con el que afrontar la tirada larga.
Así que decidí que esta vez no saldría buscando una distancia, tan sólo un tiempo. Aguantar dos horas corriendo y, a partir de ahí, ver qué ocurría. Alrededor de la hora y media, me llegó el momento de euforia y las endorfinas comenzaron a hacer su trabajo. La verdad es que me sentía muy bien, llevaba 15km encima y me sentía pletórico. Pero como bien sabéis, las endorfinas son traicioneras y me dejaron tirado quince minutos después, así que tocaba tirar de las fuerzas que quedaban para llegar, por lo menos, a las 2 horas como habíamos planeado.
Finalmente han sido 2:13, superando lo planeado.
Así que tras este entrenamiento de tirada larga, los bloqueos mentales ante las distancias largas se han eliminado.
Quedan dos semanas para la 29ª media maratón de Marbella. Muchos pensaréis que es muy pronto para este tipo de prueba. Y seguramente estéis en lo cierto, pero así son los retos y así es como se consiguen, con trabajo, esfuerzo y un punto de locura.
