Un último triatlón para completar la temporada 2016. En este caso en Málaga, correspondiente a la Santander Triathlon Series (antigua Skoda Triathlon Series), en distancia sprint.
No ha sido la única prueba que he realizado para terminar la temporada, pues justo una semana antes participé en la Media Maratón de Marbella, pero en modo no competitivo pues mi objetivo era hacer un buen triatlón. Y días después de esta prueba carrera local de 5,5km con buen resultado. Pero para ninguna de ellas había realizado entrenamiento específico.
El de Málaga era un triatlón al que le tenía ganas por el perfil de ciclismo. A diferencia del resto de pruebas en las que he participado esta temporada, en esta ocasión era un circuito totalmente llano. No es que no pueda subir puertos o me desagrade, simplemente mis características físicas no son de «escalador». Y es en este tipo de segmento llano donde tengo mejor rendimiento, una vez rodando puedo ser como el Talgo.
Natación
Tengo claro cuál es el aspecto de carrera que peor rendimiento tengo. Y no es DURANTE, es ANTES. Y es que nunca hay forma de llegar con tiempo de sobra a la salida. Algo que para esta ocasión mejoré bastante ya que opté por recoger el dorsal el sábado. Así que el domingo simplemente tenía que preparar el box y podía calentar tranquilamente, aunque como siempre ocurre la cola de entrada a la zona de transición siempre lleva más tiempo del esperado.
Tras dejar todo colocado en su sitio me sobran cinco minutos para poder entrar en el agua y probar un poco la temperatura. Buen día, neopreno permitido por los pelos y con el agua como un plato.
Se avisa a triatletas para ir a cámara de llamadas y salgo del agua, buscando un hueco donde colocarme cómodo. Una mezcla entre tener una buena línea de natación buscando la primera boya, donde no estorbe a nadadores más rápidos y calculando una línea de partida que vaya bien con mi ritmo.
Resumiendo: que no me lleve muchos palos y que pueda hacer la distancia más corta posible.
La carrera se inicia sin retraso. Aquí se ve quién había podido calentar y quién había llegado justo de tiempo. Los primeros sabíamos que los primeros 15-20 metros los podíamos hacer corriendo. Los que no habían calentado se echaban enseguida al agua y comenzaban a nadar… en un punto que todavía no cubría. El resultado es que corriendo mientras era posible terminabas adelantando un montón de posiciones que habías cedido en la salida.
Busco unos pies a los que seguir y no me cuesta trabajo encontrarlos. Al menos hasta la primera boya. Ajusto mi ritmo y tras el primer giro las sensaciones son buenas y voy bastante tranquilo. El tramo paralelo a la playa siempre trato de hacerlo más relajado, intentando recuperar el esfuerzo del sprint inicial y buscando una buena navegación. Es aquí donde siempre pierdo pies a los que seguir.
Segunda boya y a navegar buscando la salida, apretando de nuevo a medida que me voy acercando a la orilla. Salgo del agua con un tiempo de 12:08 en la natación. Ni bien ni mal, simplemente lo que suelo tardar en esta distancia. La salida se estrecha y vamos en fila buscando el largo camino hacia la transición.
Tan largo que mi tiempo oficial hasta llegar a T1 fueron 13:33, así que casi un minuto y medio hasta llegar a la zona de boxes que hay que sumar el largo camino por la zona de transición, pues las bicicletas estaban colocadas en una sola fila. Al final entre una cosa y otra te has metido unos 500-600 metros de carrera y además teniendo cuidado en los giros, pues con los pies mojados es un poco peligroso.
El tiempo total de transición fue de 3:30, en los que tengo que incluir el haberme olvidado de ponerme el dorsal y tener que parar antes de llegar a la línea de montaje. Por suerte me di cuenta, en caso contrario estaría descalificado…
Bici
Mi ritmo de natación nunca ha destacado, así que a la hora de coger grupos en la bici siempre es más complicado. Envidio a aquellos que bajan de 10 minutos en la natación y se encuentran nada más salir con un grupo competitivo. Los que tomamos más tiempo chapoteando en el agua tenemos que buscarnos las castañas.
Me monto en la bici de un salto y hago un buen inicio. He salido rápido, pero no de forma alocada. El primer objetivo era buscar grupo o triatleta con quien poder colaborar. Ese primer minuto lo hago a unos 38km/h. Al poco me adelanta otro competidor, así que me coloco a rueda. Aguanto detrás unos segundos y doy el relevo, dando a entender que si nos entendíamos bien nuestra colaboración tendría fruto.
Efectivamente, tras un relevo no muy largo me vuelve a adelantar, así que la colaboración «está cerrada». Comenzamos a avanzar a ritmo más elevado (42-45km/h) repartiéndonos el trabajo y adelantando a pequeños grupos de 2 o 3 corredores que no están por la labor de engancharse. De hecho la diferencia de velocidad es notable.
Damos caza a un grupo más numeroso y nos colocamos ambos a rueda. Bajamos ligeramente el ritmo y nos volvemos de nuevo a los 38km/h iniciales. Tras dos minutos mi «compañero» salta del grupo y yo lo hago también. El grupo no nos ha servido para marcar ritmo, pero al menos sí ha servido para recuperar el aliento y poder volver a tirar fuerte.
Al llegar a la altura del estadio de atletismo veo un grupo de unos 15-20 ciclistas. Estamos a unos 30 segundos. Ese era nuestro próximo objetivo.
Completamos la primera vuelta intercambiando relevos y ya tenemos el grupo mucho más cerca, poco más de 10 segundos nos separan. Giro cerrado y vuelvo a tomar el mando con un relevo que debía ser el definitivo para darles alcance. Me coloco a rueda del grupo y aprovecho para beber.
Segunda vuelta y con las fuerzas recuperadas vuelvo a la cabeza del grupo y comienzo a dar relevos nuevamente y a intentar tirar del grupo, pues estábamos funcionando francamente bien. Aunque como suele suceder en estos casos, algunos trabajamos más que otros, y siempre hay varios que se quedan protegidos dentro del grupo esperando su oportunidad en la carrera.
Avanzar en un grupo tan numeroso puede ser algo peligroso, sobre todo al adelantar triatletas que circulan bastante más despacio de lo que lo estamos haciendo. Por tanto los primeros tienen que controlar no sólo su posición en el grupo, también avisar a aquellos que adelantábamos para que estuvieran atentos).
Final de la tercera vuelta y llego a T2 con un tiempo parcial de ciclismo de 32:59, el 7º mejor tiempo del sector de ciclismo de toda la clasificación. ¡Nada mal!
Carrera
Una transición rápida en T2 (dentro de la larga línea de bicis a recorrer) y a buscar los 5 kilómetros de carrera.
Tras el posible desgaste en la bici al haber estado tirando de grupos durante bastante rato, decido no salir de T2 demasiado rápido. Es en la carrera donde se gana, pero también es posible dar al traste con todo el trabajo realizado. Opto por un ritmo conservador de 4:30 min/km, al menos hasta evaluar sensaciones en las piernas. Veo que no voy nada mal en la clasificación, y de hecho el buen sector de ciclismo me ha permitido recuperar tiempo con respecto a la cabeza de carrera.
Pero no es más que un espejismo, pues evidentemente mi ritmo de carrera es inferior al de los líderes. Completo la primera vuelta bastante cómodo. Las pulsaciones siguen bajas y no noto fatiga, así que comienzo a subir el ritmo. La sensación es buena y de hecho lo que me frena de no ir más rápido no es el cuerpo, es la cabeza.
Recupero algunas de las posiciones que había perdido en esa primera vuelta debido a mi ritmo conservador y encaro con confianza el final de carrera apretando el ritmo, haciendo el último kilómetro a 3:45 min/km.
Entro en meta con un tiempo final de 1:12:37, que supone ser el 31º de la categoría y 65º de la clasificación total (de un total de 550 participantes). Así que una carrera fantástica en la que lógicamente lo que más ha brillado ha sido el sector de bici. No sólo por ser totalmente llano permitiéndome lucir en aquello que más me favorece, si no por las buenas colaboraciones encontradas. Sin esos relevos no hubiese conseguido un buen resultado. Así que, triatletas, dar relevos «es bien».
Me quedo con la sensación que tal vez podría haber apretado un poco más en la carrera, pero en el resultado global sería prácticamente indiferente. Si hubiese bajado 30 segundos mi tiempo en el tercer segmento tampoco hubiese ascendido muchas posiciones, por lo que puedo dar el resultado por muy positivo. Además termino la temporada alto de moral.
Ahora un periodo de descanso (descanso activo, que hay muchas cosas que probar para los análisis…) y a empezar a pensar en la temporada de 2017, en la que quiero buscar competiciones sin drafting para seguir haciendo de locomotora.
¡Gracias por leer!
Muy interesante la review de la carrera… Veo que casi todo lo corres por la provincia de Málaga, buena tierra, estuve allí trabajando 5 años y no sabes cómo se echa de menos…
Un abrazo!