Después de algo más de dos años sin haber hecho alguna competición exigente, por fin pude volver a ponerme un dorsal. No creo que haya existido un dorsal más deseado; primero por lo que significa en cuanto a normalizar la situación actual, y en segundo lugar por la cantidad de veces que se ha retrasado la prueba.
Esta carrera tendría que haberse realizado en abril 2020, obviamente se canceló a causa de la pandemia y se fijó una nueva fecha para septiembre 2020.
Llegó septiembre de 2020 y la situación se repitió, volviéndose a aplazar a para abril de 2021. Pues adivina, esa carrera de 2021 nuevamente se canceló y volvió a retrasarse para septiembre 2021.
Y como es natural en cada uno de estos retrasos ya había comenzado el entrenamiento. Pero bueno, qué os voy a contar si todos hemos estado pasando por lo mismo.
En estos meses ha habido algunas competiciones cortas (MUY cortas). Y entrenamientos exigentes que me han permitido mejorar marcas que hacía años que no mejoraba. Al menos esa ha sido la motivación durante todos estos largos meses. Pero bueno, no te aburriré más y vamos directamente con la carrera que nos ocupa, la edición 2021 del Ironman 70.3 de Marbella.
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La previa
A esta carrera he llegado muy bien preparado. Gracias al entrenamiento que he estado haciendo con Jaime Vigaray, con quien empecé a trabajar hace algo más de un año. Y también a la preparación tan específica para esta carrera ya que no había ninguna otra cosa en el calendario.
Pero no todo ha sido de color de rosa. Dos semanas antes, recuperándome de un resfriado veraniego, salí a hacer un entrenamiento de series en la bici. Tenía la típica fatiga muscular que se produce cuando estás resfriado, concretamente en la zona de los lumbares. Ese día las sensaciones eran reguleras, así que recorté el entrenamiento.
En el camino de vuelta a casa y tras una parada, al volver a montarme en la bici pegué un resbalón, con tan mala suerte que me dio un latigazo en la zona lumbar, dejándome totalmente doblado como una alcayata y una semana totalmente fuera.
No me preocupaba el «no llegar». En ese sentido estaba muy tranquilo y sabía que todo el trabajo estaba hecho, pero sí quería al menos poder tener oportunidad de hacer algún último entrenamiento con algo de calidad para tener esas últimas sensaciones de confianza.
Por suerte tras descanso, algo de masaje, medicación y paciencia pude hacer esos entrenamientos días antes de la competición. No llegaba al 100% porque la espalda seguía molestando en algunas ocasiones, pero la parte positiva era que ni nadando, ni corriendo me molestaba. Ni siquiera acoplado en la bici, que era mi mayor preocupación. Por tanto un pequeño bache en el camino. Un ligero susto y nada más.
Natación
6:15 de la mañana del domingo dirigiéndome a la zona de transición. El día anterior ya había dejado preparada la bici y las bolsas (¡ya no recordaba cuántas cosas había que poner ahí dentro!). Esa mañana era simplemente colocar la nutrición y agua en la bici y dejarla preparada.
La organización había rogado encarecidamente no llevar nuestras propias bombas para hinchar ruedas y hacer uso de las de la organización, que estaban distribuidas a lo largo de todo el box.
Pero si alguna vez habéis usado esas bombas ya sabéis lo que me encontré. Yo conozco mi bomba, su funcionamiento y sus trucos. Sé si hay que sujetarla de una forma determinada o no. Con las tres primeras bombas que probé lo único que conseguí fue desinflar la rueda. El cuarto fue peor, porque me partió el obus de la válvula delantera. Empezaba bien…
No era problema porque tenía cámaras de repuesto y herramientas para cambiarlas, pero preferí ir al «bike-point» a solucionar el problema. Sustituyeron el obús partido y me hincharon las ruedas con una bomba que ellos tenían controlada y que sabían que funcionaba bien. Ya tengo claro lo que haré directamente la próxima ocasión.
Por suerte llegué con tiempo más que de sobra y esto no supuso ningún problema. Todavía tenía tiempo de sobra para dejar la bolsa de después de la carrera, ponerme el neopreno tranquilamente y dirigirme a la zona de salida para encontrarme con todo mi grupo.
Nos colocamos en los primeros lugares de salida (box de 30:00) y a esperar algo más de 15 minutos a que diera comienzo la carrera charlando con compañeros y saludando a gente dentro y fuera de la carrera.
A las 8 en punto y con un precioso amanecer ante nosotros nos dieron la salida. Rolling start en grupos de 6 como ya era habitual hasta ahora, más aún con motivo de la pandemia.
Me lanzo al agua en la cuarta oleada. Corro entrando al mar durante más tiempo que el resto de competidores, que rápidamente se lanzan a nadar. Finalmente me lanzo y comienzo a nadar detrás de los primeros pies hasta el primer giro a izquierda. A partir de ese momento todos los giros serían de derecha.
Voy «gestionando» los pies que iba siguiendo y llego a la segunda boya. Aquí me desoriento un poco porque tengo la sensación de que la boya no está donde debería, pero mi sensación daba igual y lo único que importaba era que tenía que dejarla a mi derecha.
Nuevo giro de boya y comienza la parte más larga de la natación. Habíamos nadado el viernes el segmento de natación y esa parte se me hizo bastante larga. El día de la carrera no tuve esa sensación y duró lo que esperaba que durase, es probable que el viernes tuviésemos corriente en contra.
A mitad de esa línea me llevé una buena patada en la cara, por suerte sin descolocarme las gafas ni entrada de agua. Sirvió eso sí para espabilarme un poco.
Último giro a derechas y destino a la playa, tomando como referencia la estatua de Puerto Banús que era muy fácil de divisar desde cualquier punto.
Llego a la playa y echo un vistazo rápido al reloj, viendo un 31:XX en la pantalla. Bastante mejor de lo que esperaba pues el viernes lo había nadado en 33. Buena señal y 2 minutitos en la saca para poder usar más tarde.
Transición relativamente rápida (me pongo calcetines para la bici y me ahorro ponérmelos en T2) y voy corriendo a la zona de montaje. De momento hay muy poco «ambiente» (más tarde vería que salía de T1 en sexta posición de mi grupo de edad).
Ciclismo
Si hay algo que destaca en el Ironman de Marbella es sin duda alguna el sector de ciclismo. Temido y amado a partes iguales, es el segmento más exigente de los tres pero a la vez el más bonito.
Los primeros kilómetros hasta Marbella son llanos, lo cual me permite alcanzar 2 o 3 corredores. En la llegada a la primera rotonda paso por una zona de resaltes en la carretera y pierdo el botellín de agua. Sabía que podía pasar, pero el avituallamiento estaba al terminar el primer puerto y mientras tanto tenía el botellín de nutrición.
En el Pirulí de Marbella empieza a animarse la cosa. Primera rampa pronunciada y toca bajar plato. Cabeza fría y a hacer el plan de carrera, olvidándome de todos los que tenía a mi alrededor. Lo mío no son las subidas, así que me adelantan dos o tres bicicletas.
Desde aquí todo es prácticamente subida durante los próximos 40 minutos. Me fijo el límite en 300W y voy haciendo la subida. Echo mano al botellín del cuadro con la nutrición y al ir a ponerlo de vuelta en su sitio se me resbala de la mano y se me cae al suelo.
Aquí sí me paro, me bajo de la bici y voy a recogerlo. Por suerte es en subida y apenas ha supuesto pérdida de tiempo. Son cosas que pasan y prefiero perder esos segundos a quedarme toda la bici sin la nutrición que llevaba planificada hacer (por no hablar de que los botes aerodinámicos no son precisamente baratos…).
Corono el puerto, recojo agua e isotónica y comienza terreno oscilante seguido de buenas bajadas. Es aquí donde está mi carrera, así que me coloco bien en la bici y toca seguir metiendo vatios en los pedales.
En la subida me había quedado descolgado de los primeros grupos, pero rápidamente vuelvo a dar caza a todas esas bicis que me han ido dejando atrás.
Hago el bucle del desvío de Coín sin apretar demasiado y continúo mi rápido camino en dirección a Cártama. Sigo recuperando el tiempo perdido en la subida.
Llegada a Cártama y giro. Los que somos de la zona y hemos entrenado mucho el recorrido sabemos que es aquí donde empieza la carrera. Si hiciste el primer puerto fuerte es aquí donde te espera el tío del mazo. Si dosificaste, más vale que lo sigas haciendo a partir de este punto.
Todos los kilómetros que hemos bajado toca ahora subirlos, con la diferencia que llevamos unas 2 horas de competición y las fuerzas no son las mismas.
Yo sigo con mi plan, subidas a 300W que a veces se ven interrumpidas al alcanzar otras bicicletas. Primero bajando la potencia para no acercarme a menos de 12 metros y después subiendo para adelantarlos y continuar a mi ritmo.
La parte de Cártama a Ojen sale bastante bien, con un esfuerzo constante y contenido, y corono de nuevo el puerto por la otra cara. La bici ya está hecha, toca bajar hasta Marbella y después llanear hasta Puerto Banús.
Terminando la bajada, en la rotonda del McDonalds, me da un tirón en el abductor derecho. Extraño, nunca antes me había pasado en la bici. Me cuesta un par de minutos recuperar las sensaciones en esa pierna y voy pedaleando sin apretar demasiado a pesar de ser una zona que me favorece.
No mucho después me ocurre lo mismo, pero esta vez en el abductor izquierdo. Mismo procedimiento, aunque en esta ocasión el dolor pasa bastante más rápido.
Llego a T2 con un tiempo total de 2:54 en la bici, buen tiempo considerando el tiempo perdido «soltando patas» al final y los casi 1.500m de desnivel positivo.
Carrera a pie
Tras dejar la bici me siento en el suelo y me tomo con calma la operación de ponerme las zapatillas, no quería ningún tirón más por hacer movimientos raros. Me calzo las Vaporfly y me ato los cordones, no me gusta el tacto de estas zapatillas con elásticos y prefiero ese tiempo extra en transición que correr 21 kilómetros sin buenas sensaciones.
Salgo a correr al ritmo que previamente había pactado con el entrenador, en torno a 4:20-4:30. Pongo el control de crucero en 4:30 y empiezo a ver pasar los kilómetros con buenas sensaciones en general. Estoy en la zona de cabeza y eso se nota el apoyo del público, ahora tienen energía y ganas de gritar y animar.
El control de crucero me dura unos 9 minutos, y comienzo a perder rendimiento poco a poco y de forma paulatina. El calor (¡calorazo!) comienza a apretar y las dos ampollas que me están saliendo en el pie tampoco ayudan.
Completo la primera vuelta en unos 47 minutos. De tiempo voy bien pero empiezo a estar tostado. Cada pasada por un avituallamiento se convierte en una competición aparte: a ver cuántas cosas soy capaz de meter en el cuerpo de forma rápida.
Tomo una barrita que me cuesta horrores tragar, y a partir de ese momento decido que mi nutrición iba a estar basada en Red Bull. Me entraba bien en el cuerpo, estaba frío y lo estaban entregando en latas en lugar de vasitos. Y Red Bull tras Red Bull alcanzo el último punto de giro.
Ya sólo quedaba la vuelta, continúo con el control de velocidad puesto ahora en torno a 4:50-5:00. Ya se escucha la meta y sólo queda rematar la faena.
Llegada a meta
Cruzo el puente por última vez y enfilo el último tramo antes de meta. Subo ligeramente el ritmo para consumir lo poco que quedaba en el depósito y, tras un pequeño sprint (más en mi cabeza que en la realidad) cruzo la meta en 5 horas y 12 minutos.
Termino cansado pero muy satisfecho con el rendimiento en los tres segmentos. Teniendo en cuenta que en 2019 completé esta misma carrera en 5:55 la mejora ha sido brutal (lógicamente la preparación no ha sido la misma).
Pero repasando la carrera hay pocas cosas que cambiaría y sí muchas pequeñas victorias. Una muy buena natación para lo que yo acostumbro (y mejor marca en la distancia por bastante), bici controlada con buenas pautas de nutrición e hidratación y una carrera a pie en la que no tuve absolutamente ninguna molestia de estómago (por primera vez).
En definitiva, de vuelta a la competición con un resultado muy positivo. Y ahora, cuando se me pasen todos los dolores y agujetas que tengo hasta las pestañas, a pensar en el próximo objetivo 😜.
¡Gracias por leer!
¡Enhorabuena Eduardo!
Buena crónica y pedazo de bajada de tiempo en la prueba! 😱
¡Gracias Nicolás!
Bueno, a tener en cuenta que la preparación no fue la misma en ambas ediciones 🙂
Felicitaciones Eduardo.
Gracias Rodrigo
Ojoooooo un top 50!!!
Felicidades!
¡Sí, salió un buen resultado sin duda!
Enhorabuena!!!
Siguiéndote como te sigo desde el principio tu evolución es brutal!!!
Eduardo 3.0!!!
Eres un referente!
¡Muchas gracias! Lo cierto es que ha sido todo un camino…
Me ha encantado leerte eduardo, me senti muy identificado, yo este sabado tendre las mismas sensaciones que vos, justo dos años desde mi ultimo half por la pandemia, hare el half de madrid que al igual que el de marbella era para mayo 2020 y se ha ido cancelando varias veces hasta este sabado! Muy real lo de las hostias en el agua, el bidon que se va a tomar por c*** en alguna bache, y luego el estomago en carrera que te obliga a improvisar.
Me alegro de q hayas acabado contento, de eso se trata, de disfrutar de este deporte.
Saludos
Gracias Sebastián.
Mucha suerte con ese half de Madrid. Ya sólo queda hacerlo y divertirse, porque los deberes están ya hechos.
Te imaginé en cada instancia de la carrera.
Gracias por esta magnífica crónica y muchas felicidades por mejorar tu tiempo y sensaciones en todos los aspectos.
Claro está que siempre hay margen de mejora y estoy seguro que así lo harás.
Desde México, un cordial saludo.
Gracias a vosotros por las buenas palabras
Congrats Eduardo – fantastic result!
I’m preparing for the race next year and I’m torn between using a triathlon bike or a normal road bike for the race because of the steep elevation.
I saw that you used your triathlon bike. Would you recommend that or would you prefer to have used a road bike?
Thanks Charlie.
Without a doubt, TT bike is the way to go. Downhills and flats are really fast and you will take advantage there. Hills are not hard enough to justify the road bike.
I’ve done the course many many times, and I can asure you TT bike is faster.
Hi Eduardo!
I see that you recommend TT bike instead of road bike. Does this also apply for those who are not very experienced in climbing or descending? My FTP is somewhere between 250-280.
Kind regards
Mads
Yes, the climbs are not hard and downhills are really fast, so you will take advantage of the TT bike. I’ve done the bike leg plenty of times with TT and road bike and TT bike is always faster.