Carreras

XXI Cross de San Pedro Alcántara

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El día 25 de enero se celebró en San Pedro de Alcántara la 21ª edición de esta carrera. Prueba que pertenecía al circuito provincial de carreras de campo a través, por lo que el nivel prometía ser alto. Allí nos reunimos un total de 1.500 atletas de las diferentes categorías que iban a participar, la inmensa mayoría pertenecientes a diferentes clubes de la provincia y de otras provincias limítrofes.

El día era bueno, y a pesar de haberse levantado muy ventoso, a lo largo que avanzaba la mañana la fuerza del viento se iba reduciendo, quedando un clima fantástico a la hora de la carrera. Alrededor de 20ºC, brisa ligera, ni una sola nube… y yo con pantalón largo y camiseta de manga larga. Un 10 en ejecución…

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La verdad es que no pasé un calor excesivo durante la prueba. O al menos no me percaté de ello, porque con lo que sufrí, el calor es lo que menos me importaba. Te lo voy adelantando, fue la carrera en la que peor lo he pasado, con mucha diferencia. Y es que la pájara que me dio a partir de la tercera vuelta no la recuerdo desde hace muchos años.

Comenzamos ligeramente «sobresaltados». Estábamos en la línea de salida charlando y de repente sonó el pistoletazo de salida. Creo que nos pilló desprevenidos a casi todos. Comencé a un ritmo rápido, pero me sentía cómodo. La carrera se desarrollaba en un circuito de 1,5km de longitud que mezclaba césped bastante alto con sendero compactado y muy poco barro. Ligeras cuestas, pero no muy largas. Te hacían variar un poco el ritmo pero no te cortaban la progresión.

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Tras una primera vuelta cómoda a ritmos de 4:30-4:40, recordé que se me había olvidado beber algo de agua a la salida, empezaba a tener sed… Y si en una carrera de unos 9 km ya tienes sed antes de haber recorrido siquiera 2 km, ya es una clara señal de lo que te viene por delante. Pero había que continuar.

Hago una segunda vuelta a un ritmo un poco más lento, descolgándome de los dos atletas del club Bikila de Granada a los que me enganché desde el principio, pero intentando no perder el contacto con mi compañero, con el que voy haciendo un poco la cuerda sin dejar más de 5 metros entre ambos. Al terminar esa segunda vuelta ya va costando algo más de trabajo moverse por el tramo de césped, está muy largo y se nota muchísimo la resistencia que ofrece para impedirte avanzar. Estabilizo ritmos en torno a 4:50 min/km y 5:10 min/km dependiendo de si llaneaba o subía. Iba notando los kilómetros, pero me mantenía en unas pulsaciones razonables, sobre 169-172ppm. Nada excesivo para una carrera corta como la de hoy.

Pronto iba a comenzar a ser doblado, y antes de terminar la tercera vuelta la cabeza de carrera ya me había alcanzado, por lo que además de buscar un camino donde no tropezar, tocaba evitar entorpecer a los corredores rápidos que se estaban jugando algo en la prueba. A partir de entonces tocaba elegir los peores caminos y dar las curvas más abiertas en cuanto sintiese alguien por detrás.

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A mitad de la tercera vuelta ya sabía que algo no iba bien. Además de la sed que ya arrastraba desde el principio, me pesaban las piernas. Intentaba no perder el ritmo de mi compañero, pero aún quedaba casi la mitad de la carrera y sabía que no iba a poder aguantar el tirón, por lo que decidí descolgarme un poco. En una sola vuelta estaba aumentando los ritmos 30 segundos por kilómetro, y cuando empecé a retrasarme y perdí el enganche, los ritmos aumentaron de forma bastante notable. Pero la frecuencia cardíaca permanecía constante sobre las 170 ppm.

He de decir que el abandono se me pasó varias veces por la cabeza. Al tratarse de vueltas a un circuito, no es como abandonar a 5 kilómetros de meta que sabes que al final vas a llegar allí de una forma u otra. Aquí podías terminar una vuelta y decir «hasta aquí he llegado». Las piernas me pesaban, estaba comenzando a notar la deshidratación y aún quedaban dos vueltas más. Dos vueltas con sus correspondientes subidas, su correspondiente tramo de césped (que estaba minando mi moral) y yo cada vez iba más despacio y sin nadie a quien engancharme. Sabía que el tiempo final iba a ser francamente malo, que estaba corriendo a ritmos bastante superiores a los que entreno y que me encontraba bastante lejos de mi rendimiento real. Pero tomé la decisión de no retirarme, había que terminar la carrera como fuera.

Todavía quedaba una vuelta y media por delante. Algo más de dos kilómetros, que fueron los más duros que he tenido nunca. Ya notaba la deshidratación. Tenía la boca seca, los labios blancos y comenzaba a tropezar en cualquier esquina. Mis ritmos eran cada vez más lentos, ya ni siquiera llegaba a rozar los 5:30 min/km. Estaba totalmente derrotado.

Sabía que no iba a estar orgulloso del tiempo conseguido. Pero sí debía estarlo de terminar la carrera, aunque quedase el último clasificado. Y sacando las pocas fuerzas que me quedaban, terminé cruzando la meta. Y a buscar agua, porque estaba seco.

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¿El resultado final? 50:06 y una distancia total de alrededor de 9,5 km. Creo tener varias explicaciones de por qué me pasó lo que me pasó y del por qué de un tiempo final tan lento. Me veía capaz de acabar la prueba en 46 o 47.

Los dos días anteriores los pasé en Córdoba, haciendo turismo. Paseando por el centro, viendo la Mezquita, el Alcazar… al final eso son kilómetros que se terminan acumulando en las piernas, irremediablemente. El día de la carrera me faltaba frescura. Además, la noche anterior tampoco cené mucho y el desayuno de esa mañana, aunque mayor de lo habitual, no fue nada del otro mundo. Si a todo esto sumo el no haber bebido esa mañana nada más que el café del desayuno, 3 horas antes de comenzar la carrera, el cóctel resultante es sufrimiento. Una pájara monumental.

La lectura positiva es la lección aprendida… Ir siempre bien hidratado y con energía, porque aunque no aspire a puestos importantes, a nadie le gusta sufrir. Y yo, sufrí en esta carrera. La siguiente cita será a comienzos de marzo, con una prueba de 10 kilómetros de asfalto y como última preparación para la Media Maratón de Málaga (aunque en día de elecciones autonómicas, verás que me llaman para mesa electoral…). Prometo tomarme más en serio el descanso previo y la hidratación, no es de buen gusto terminar una prueba tan castigado como acabé esta carrera de campo a través.

Eduardo Mateos

Con más de 25 años inmerso en el mundo de la tecnología, y más de una década dedicada específicamente a la tecnología deportiva, Eduardo va más allá de los análisis superficiales. Ha invertido tiempo significativo en utilizar, probar y desentrañar cada componente. Como triatleta de larga distancia, su vida gira en torno a la natación, la carrera y el ciclismo, actividades que no solo definen su pasión sino que también lo impulsan a comprender a fondo cómo la tecnología puede potenciar el rendimiento deportivo. Esta dedicación le ha permitido fusionar la experiencia tecnológica con su amor por el deporte. El compromiso de Eduardo con la calidad y la autenticidad se refleja en cada análisis y review publicada, proporcionando información valiosa respaldada por años de experiencia práctica y análisis detallado.

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4 comentarios

  1. Crack! Suelo leerte en el hilo de fc y no sabia que habías estado en la carrera, la verdad que a mi también se me hizo muy dura, como dices el tramo de cesped era muy duro, a mi me hacía bajar mucho el ritmo, y el clima fue raro, como comentas yo me sentí también deshidratado y yo si que estuve bebiendo todo el tiempo, creo que era mezcla del calor que no era esperado con el viento. A ver si coincidimos en otra!

    1. Hola Zoribet

      La verdad es que si que fue dura… tanto físicamente como de cabeza. Me quedo con la espirita de no haber podido rendir como esperaba, pero otras llegarán.

      Yo la próxima, 10km Estepona.

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