Productos de Fitbit a corto plazo: Fitbit Ionic

Tras los artículos con las novedades que están por llegar por parte de Garmin y Polar, hoy toca hablar de la marca americana Fitbit.

Fitbit lleva toda su existencia centrado en la monitorización de la actividad, algo que hacen francamente bien. Sus dispositivos gustan (no en vano, han vendido más de 3,4 millones de dispositivos sólo en el último trimestre), su plataforma es de las mejores del sector y cuentan con un cliente muy fiel (casi un 40% de sus ventas se producen a clientes actuales).

A pesar de contar con unas cifras de venta en apariencia bastante saludables, saben mejor que en ningún otro sitio que el mercado de los monitores de actividad está saturado y es ya muy maduro, en el sentido de no haber mucho espacio para la innovación.

Son ya muchos los fabricantes en el sector, a los que se unen gigantes como Apple, Samsung o cualquiera de los muchos dispositivos que están llegando al mercado con la plataforma de Google Android Wear.

Por lo tanto saben que su única huida posible es hacerlo hacia delante.

Fitbit Ionic, el nuevo smartwatch

Fitbit lleva preparando su desembarco en el sector de los relojes inteligentes desde hace bastante tiempo. Ya coqueteó con el segmento en el pasado, con los Fitbit Surge y Fitbit Blaze, pero con el estándar actual de reloj inteligente, Fitbit está muy lejos de satisfacer al cliente interesado en este tipo de dispositivo.

De hecho, salvo el Blaze, en ningún momento Fitbit ha dotado de características mínimamente inteligentes a sus dispositivos, más allá de recibir notificaciones de llamadas o SMS. Algo muy pobre para dispositivos que se venden en el año 2017. Únicamente el Blaze es capaz de mostrar notificaciones de aplicaciones como WhatsApp, Facebook, Twitter o correo, algo que necesitó de una actualización ya que era una función que no se ofreció en origen.

Es evidente que la competencia aprieta, pero en Fitbit ya llevan un tiempo preparando ataque. Si no puedes con tu enemigo, alíate con él. Salvo que en este caso no han existido alianzas, sino que Fitbit ha optado por adquirir otras compañías.

A finales de 2016 saltaba la noticia de la compra de Pebble por parte de Fitbit. Poco después era Vector, otra empresa emergente en el campo de los relojes inteligentes, la que sucumbía bajo las redes financieras de Fitbit. No buscaba producto, buscaba plataformas de desarrollo (SDK) con los que poder crear una plataforma propia y una tienda de aplicaciones que, sin lugar a dudas, será la base de cualquier reloj inteligente que se precie, al igual que hoy en día lo es en los teléfonos inteligentes.

Este año de desarrollo está a punto de desembocar en un dispositivo que, presumiblemente, será presentado a lo largo del mes de septiembre, con vistas a poder ofrecerlo en tiendas antes de la campaña de navidad. Wareable ya ha tenido acceso a algunas imágenes filtradas.

Fitbit opta por una estética continuista, muy similar al Fitbit Blaze. Huye de la tónica habitual de llevar todos los diseños a cajas redondas y continúa confiando en una estética totalmente cuadrada. Por supuesto continuará ofreciendo múltiples opciones de personalización a través de accesorios y correas de diferentes colores, como ha acostumbrado a hacer con los modelos actuales.

La empresa Californiana quiere pelear de tú a tú con el Apple Watch, por lo que quiere apostar por materiales de primer orden. Se prevée que tendrá una pantalla AMOLED de muy alto brillo (1000 nits), similar a la que podemos ver en el Apple Watch Series 2 (ciertamente impresionante), incrustada en una caja de aluminio fabricada en una sola pieza.

Dicha pantalla será con casi total seguridad táctil, pero contará con la ayuda de tres botones de control. Algo necesario en un reloj deportivo, donde frecuentemente estaremos operando el dispositivo con las manos húmedas por el sudor.

Dispondrá de NFC, por lo que es previsible que soporte pagos desde un primer momento con alguna plataforma de cobros existente o a través de una plataforma propia. Al menos en USA, donde los bancos tienen mucho más extendido este sistema de pago que en España o incluso Europa.

Si hay un dispositivo en el que el pago electrónico tiene sentido es precisamente un reloj deportivo. Salir a entrenar con sólo el reloj y, al terminar, poder comprar algo de beber o hacer uso del transporte público. Todo ello sin tener que cargar con dinero efectivo o tarjeta de crédito. No queda mucho para que esto se convierta en una realidad.

A partir de estas imágenes filtradas y conociendo un poco el pasado de la compañía podemos extraer multitud de conclusiones.

¡Aplicaciones, aplicaciones, aplicaciones!

Toda la apuesta de Fitbit se centra en la tienda de aplicaciones. Y no sólo aplicaciones clásicas de gestión de correo o recordatorios, también serán muy importantes las aplicaciones deportivas. Si Fitbit quiere plantar cara al Apple Watch y a todos los modelos equipados con Android Wear, la única manera de hacerlo es contando con una tienda de aplicaciones en condiciones.

Este fue el motivo principal de la compra de Pebble y Vector. Ni sus diseños, ni sus empleados ni su base de clientes fue lo que interesó a Fitbit. Buscaban plataformas de desarrollo, desarrolladores y aplicaciones.

Durante este año hemos asistido a muchas noticias que cuestionaban que la llegada del reloj inteligente de Fitbit estuviera ligada al lanzamiento de su plataforma de aplicaciones, ya que existían rumores que indicaban que no estaría disponible.

Pero James Park, CEO de Fitbit, confirmó hace unos días a una entrevista con The Verge que cuando el reloj inteligente Fitbit Ionic llegue al mercado, lo hará de la mano de la plataforma de aplicaciones. El SDK de desarrollo estará basado en Javascript y no en un lenguaje de programación propio, por lo que desde la empresa se asegura que será fácil para los desarrolladores.

A pesar de esta teórica sencillez en el desarrollo de aplicaciones Fitbit no lo tendrá fácil. Estará peleando con monstruos como Apple o la gran cantidad de grandes fabricantes que están apoyando dispositivos con la plataforma de Google Android Wear, con más músculo financiero y de marketing y más años de experiencia en el sector.

Reproducción de música y auriculares Fitbit Flyer

Otro aspecto confirmado por James Park es que el Fitbit Ionic ofrecerá la posibilidad de reproducir música. De hecho, entre las imágenes que se han estado filtrando podemos ver unos auriculares que no hacen más que confirmar este hecho, denominados Fitbit Flyer.

Aún no se ha definido de qué forma la música formará parte del nuevo reloj. No hay que olvidar que de la forma que están evolucionando las plataformas, ahora la mayor parte de música que se consume se hace por streaming. No es simplemente contar con memoria para grabar archivos y una aplicación para la reproducción.

En la misma entrevista con The Verge Park lo confirmaba: «Todo lo que podemos decir en este momento es que la música es una parte verdaderamente importante de la experiencia deportiva, y veremos cierta funcionalidad relacionada con ella«.

Pero aún hay flecos que cubrir con las discográficas: «Cuando se trata de la industria de la música, no es sólo un detalle técnico. Hay otro tipo de problemática comercial de cuando se trata de reproducción sin conexión«.

Los rumores apuntan a que el reloj de Fitbit llegará al mercado con una aplicación de Pandora, pero el problema es que este servicio no está disponible en todo el mundo (sólo Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda) y parece que no han conseguido llegar a un acuerdo con Spotify, líder indiscutible del sector.

Uso deportivo

Aunque no hay muchos detalles confirmados en torno al uso deportivo del reloj, lo que es evidente es que estará destinado para un perfil de usuario similar al del Apple Watch o al de dispositivos actuales de Fitbit. Es decir, estará enfocado a deportistas ocasionales y con objetivos no demasiado competitivos.

El reloj de Fitbit contará con GPS integrado, por tanto se diferenciará de los últimos dispositivos de la marca que hacían uso de lo que denominan «GPS conectado» (usan el GPS del teléfono, que debemos llevar encima mientras entrenamos). Park confirmó este hecho en una entrevista con el Financial Times, aseverando que su rendimiento mejorará el que vimos en el Fitbit Surge. Aunque fuentes comunicaron a Yahoo que hubo problemas en el rendimiento del GPS en las primeras unidades de prueba por errores en el diseño de la antena.

No será un reloj exclusivamente destinado a la carrera o paseos en exterior. También piensan en la natación. Para ello Fitbit ha previsto que el reloj sea resistente al agua, hasta 50 metros de inmersión. Algo que, viendo el resto de dispositivos de la marca, parece haber sido un gran esfuerzo de desarrollo. De todos los dispositivos que Fitbit ha lanzado al mercado hasta la fecha, tan sólo la Fitbit Flex 2 es resistente al agua.

El GPS no ha sido el único punto de desarrollo. También están trabajando en los sensores, de hecho lo llevan haciendo desde hace años y ya en una entrevista en 2015 Park advertía que el usuario estaría interesado en contar con mayor información: «Sin entrar en detalles, pero cosas en las que la gente estará interesada en el futuro son la presión arterial, o el estrés, o más estadísticas acerca de su rendimiento deportivo. Estamos trabajando en todos esos aspectos y continuaremos haciéndolo en el futuro». 

Echando un vistazo a la parte trasera de las imágenes filtradas, vemos un nuevo sensor con LEDs de color rojo en lugar del tradicional color verde.

Este hecho no hace sino abrir multitud de especulaciones en torno a un nuevo sensor óptico creado por Fitbit.

Nuevo sensor óptico

Tradicionalmente los sensores ópticos han estado rodeados siempre de luces de color verde, salvo contadas excepciones. Valencell apoya sus sensores en dos LEDs verdes, pero también hay un LED de color amarillo para ayudar con diversos tonos de piel. Apple por su parte hace uso de luz infrarroja para medir la frecuencia cardíaca a lo largo del día, volviendo a iluminar en verde cuando se trata de practicar deporte.

El motivo de elegir este color no es baladí. El cuerpo humano absorbe el color verde con mucha facilidad, lo que permite reducir enormemente la distorsión. El problema es que no permite obtener mucha más información más allá de la frecuencia cardíaca, ya que debido a dicha absorción la iluminación apenas supera la piel y los capilares.

El cuerpo no absorbe la luz roja igual de bien, por lo que su penetración es mayor. Este tipo de iluminación ya se encuentra en uso en dispositivos de grado médico, usados para medición de oxígeno en el cuerpo.

Cambiando el tipo de iluminación utilizada Fitbit puede estar intentando no sólo mejorar los datos registrados de frecuencia cardíaca; también registrar otros aspectos como variabilidad de pulso, oxigenación muscular o hidratación. Eso es precisamente lo que está haciendo BSX con LVL (o al menos, lo que está intentando).

Lo que está claro es que los sensores ópticos han llegado para quedarse, pero aunque es una tecnología que no es nueva, sí es novedosa en su uso deportivo.

Esto no quiere decir que el futuro sea «de color rojo». Al igual que en el caso del Apple Watch, es posible que Fitbit utilice también LEDs de color verde junto con los rojos. Pero lo importante es que la pelea se centra ahora en obtener mayor cantidad de datos y rendimiento por parte de estos sensores ópticos que están inundando todos los relojes deportivos, tratando de ampliar la cantidad de datos a capturar y a ofrecer al deportista.

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