Las Clifton cumplen 10 años, y cuando una zapatilla llega a una cifra tan redonda, normalmente la marca aprovecha para hacer alguna que otra “fiesta”. Hoka no ha querido quedarse solo en retoques menores, sino que ha decidido dar viraje bastante importante en una de sus zapatillas más vendidas, cambiando por completo el concepto que teníamos hasta ahora de sus populares Clifton. ¿Y cómo lo han hecho? Pues aumentando su drop hasta los 8 mm, algo que en una marca como Hoka era prácticamente impensable.
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Pero antes de entrar a conocer todo eso, el recordatorio habitual. Estas Hoka Clifton 10 las he comprado en Top4Running (usando mi propio código de descuento C1M5) para hacer el análisis, no han sido facilitadas por la marca, de hecho Hoka no me envía producto.
Nada de esto cambia la forma en la que realizo los análisis. Mi opinión siempre es independiente y los fabricantes no tienen ninguna forma de influir o visualizar el contenido antes de ser publicado.
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Ahora sí, vamos a profundizar en cada uno de los cambios que llegan con estas Hoka Clifton 10.
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Vídeo Hoka Clifton 10
Upper de las Hoka Clifton 10
El upper ha crecido tanto en longitud como en anchura. Si comparas directamente con las Clifton 9 notarás al instante que hay más espacio en la zona del dedo gordo y en el medio pie.
Es algo que se nota visualmente si alineamos ambas zapatillas, pero es mucho más fácil de visualizar al comparar las plantillas. La de la Clifton 10 es más larga y más ancha, lo que automáticamente se traduce en una horma más espaciosa.
Ese aumento de tamaño hace que tengamos más espacio en la zona del dedo gordo, pero también en la de mediopie. De hecho necesito cerrar más la zapatilla en la parte superior, algo que puedo comprobar fácilmente si miro cómo dejo los cordones en la Clifton 9 con respecto a la Clifton 10.
El upper está ahora realizado en una doble malla de tejido jacquard que no destaca en ventilación, precisamente. Ahora que ya están llegando los días de calor se nota que no hay demasiada transpirabilidad.
La lengüeta es considerablemente gruesa—quizás demasiado—y aunque no va cosida a la mediasuela, hay dos pasadores para los cordones que la mantienen en su sitio.
La zona del talón, por otro lado, sigue siendo muy del estilo de las Hoka Clifton 9: muy estructurada y firme, con un tirador integrado en la parte superior que ayuda mucho a calzarte la zapatilla con rapidez.
A ese talón rígido se le une lo que Hoka denomina como Active Foot Frame, una característica de diseño donde la mediasuela se extiende hacia arriba abrazando el pie lateralmente, lo que incrementa significativamente la estabilidad.
No se trata de una zapatilla de estabilidad para pronadores, pero sí tiene muchos elementos de soporte para proporcionar una pisada segura.
Suela igual, pero diferente
La suela no ha cambiado demasiado. El concepto en sí es el mismo, pero Hoka ha modificado un poco las piezas. Tenemos dos elementos separados, uno grande en el antepie y otro más pequeño para la zona del talón.
Están compuestas por varias “islas” de caucho entrelazadas que ayudan mucho con la flexibilidad general de la zapatilla.
El taco de la “isla” es un poco más prominente, lo que mejora ligeramente la tracción en superficies algo más irregulares, tipo parques o caminos compactos, aunque sigue siendo una zapatilla pensada exclusivamente para asfalto.
En seco es una suela que cumple perfectamente su cometido: suficiente agarre, sin complicaciones. Pero en mojado sí se queda algo corta. No es un gran problema considerando que su misión principal no es el rendimiento o meter cambios de ritmo elevados, sino más bien acumular kilómetros de forma fiable y cómoda.
Importantes cambios en la mediasuela
Aquí es donde Hoka realmente ha metido mano. La nueva Clifton 10 abandona su tradicional drop de 5mm para pasar a 8 mm, manteniendo prácticamente intacta la altura del antepié pero aumentando hasta 3 mm en la zona del talón.
No se trata simplemente de meter más altura a la zapatilla, esa subida de drop conlleva también otra serie de cambios, como el rediseño de la geometría de la zapatilla, que ha tenido que ensancharse ligeramente para mantener estabilidad dada la mayor altura.
Todo este rediseño se traduce, lógicamente, en un aumento significativo de peso—aproximadamente unos 30 gramos más en mi talla 46 2/3—algo completamente normal teniendo en cuenta que ha crecido en todas las dimensiones.
La espuma sigue siendo EVA, que si bien en 2025 ya no sorprende demasiado, sigue cumpliendo para lo que demandamos en esta categoría de zapatillas.
Sin embargo, es justo decir que en términos de sensaciones empieza a quedar algo rezagada frente a otras tecnologías más modernas como las espumas PEBA o mezclas supercríticas, como la espuma de las Hoka Mach 6 sin ir más lejos.
Eso sí, donde realmente destaca esta mediasuela es en la sensación de seguridad que proporciona en la pisada: sólida, estable y bien estructurada.
Clifton 10, cambio de paradigma
Si hasta ahora asociabas la Clifton con una zapatilla de entreno diario ligera y ágil, preparada incluso para algún cambio puntual de ritmo, es hora de cambiar ese chip.
Con la Clifton 10, Hoka ha dado un giro estratégico, acercándola más a modelos como las Bondi, Vomero o Nimbus, zapatillas tradicionalmente más robustas y diseñadas claramente para rodajes cómodos y largos.
La Clifton 10 ha madurado, adaptándose a lo que supone ser una zapatilla de rodaje hoy día: amortiguación generosa, confort y estabilidad, dejando atrás cualquier pretensión de zapatilla rápida. Dejando, en definitiva, un espacio más claro para las Mach 6, que ahora en la gama de Hoka supone ser esas zapatillas de entrenamiento diario con ese toque de ligereza y agilidad.
Ahora las Clifton son las encargadas de “hacer el trabajo sucio”, acumulando kilómetros y kilómetros de rodajes cómodos sin exigirle más allá de eso.
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Opinión Hoka Clifton 10
¿Es malo este cambio de enfoque? En absoluto. Simplemente hay que entender claramente qué es lo que estás comprando. Las Clifton han evolucionado hacia una zapatilla más sólida y madura porque el mercado ha evolucionado hacia ese punto.
Creo que el que buscaba ligereza y agilidad hace tiempo que se pasó de las Clifton a otro tipo de zapatillas de entrenamiento, como pueden ser unas Mach o unas Novablast. Que es posiblemente a lo que se quería parecer antes las Clifton
Con las Clifton 10, ahora queda perfectamente claro el catálogo de Hoka. Por un lado están las Bondi, con máxima amortiguación y confort; las Mach, como zapatillas ligeras y versátiles para rodajes algo más alegres; y justo en medio estas nuevas Clifton, ofreciendo comodidad, estabilidad y seguridad en los rodajes diarios.
Si sabes qué esperar de estas Clifton 10, te llevarás a casa una zapatilla muy fiable y cómoda para sumar kilómetros sin preocupaciones. Y si lo que buscas es una Clifton como las de antes, ligeras y versátiles, es momento de darle una oportunidad a las Mach 6.
¡Gracias por leer!
