Desde que Nokia vendiera su división de telefonía móvil a Microsoft allá por 2013 y más recientemente su solución de mapas y navegación a un consorcio de fabricantes de automóviles alemanes (Audi, BMW y Mercedes); ha estado buscando cuál era, o cuál iba a ser, su nueva identidad.
Tras esas ventas y la compra de Alcatel-Lucent, parecía que Nokia quería alejarse definitivamente de la electrónica de consumo y olvidar una de las peores etapas que se recuerdan en el sector. Nokia pasó de ser el absoluto dominador mundial de un mercado tan importante como el de la telefonía móvil a tener una cuota de mercado absolutamente ridícula. Parecía que querían hacer borrón y cuenta nueva y enfocar su futuro a las infraestructuras de telecomunicaciones, algo en lo que nunca han fallado y de lo que siempre han conseguido buenos réditos, no sólo en infraestructuras si no también a través de sus patentes.
Pero hoy nos hemos levantado con noticias interesantes. Nokia ha anunciado la intención de hacerse con el fabricante de «wearables» francés Withings. Algunos les conoceréis por el Withings Activité Pop que os presenté aquí hará aproximadamente un año, o por alguno de los otros productos que tienen en catálogo, como las básculas inteligentes.
Withings es una compañía que continúa muy viva. En el pasado CES de Las Vegas se presentaron dos nuevos productos: un monitor de actividad (Withings Go) y un termómetro (Withings Thermo). Es una compañía que siempre ha estado muy relacionada con la salud digital, y no sólo en cuanto a deporte, si no también en el sector de la medicina.
Nokia vuelve a la electrónica de consumo comprando Withings por la nada despreciable cifra de 170 millones de euros (en «cash»). Y lo hace en un sector que está en pleno crecimiento; el de los wearables o dispositivos «posibles» o «vestibles».
Si todos los grandes lo han hecho y están invirtiendo ingentes cantidades de dinero (Apple o Google, por ejemplo), está claro que es un sector interesante. Gartner, consultora especializada en tecnología y estudios de mercado, cifra el crecimiento del sector en un 18,4% en 2016; especialmente en los relojes inteligentes y monitores de actividad que aumentarán sus ventas en 20 y 4,8 millones de unidades respectivamente.
Esta previsión de crecimiento que se mantiene también para 2017 (y por supuesto, años venideros). Aquí es donde Nokia ha fijado su objetivo. La previsión es que en dos años la venta de relojes inteligentes sea más del doble de las unidades que se vendieron en 2015, y un 50% más de pulseras y monitores de actividad.
Nokia sabe que no es un mercado fácil y que, aunque no es tan maduro como el de la telefonía móvil, sí tiene unos claros líderes. Los finlandeses tendrán que luchar contra Apple, Google, Garmin o Fitbit como principales competidores, así como una enorme lista de fabricantes más pequeños.
Pero con unas perspectivas de ventas tan elevadas en un futuro tan corto, basta con que Nokia consiga rascar un 1% del mercado en los próximos dos años (unos 2 millones de unidades contabilizando relojes inteligentes y pulseras de actividad) como para que su apuesta sea positiva.
La venta se cerrará a lo largo de este año y supondrá que los 200 trabajadores y todos los productos actuales de Withings (y aquellos en los que ya estén trabajando) pasarán a su nueva empresa matriz en Finlandia. Withings asegura que todo seguirá igual y que todos sus productos y aplicaciones continuarán funcionando como lo han hecho hasta ahora. Pero sus planes de futuro cambiarán ligeramente, centrándose en dispositivos de salud y medicina preventiva y usando los mayores recursos de Nokia para expandirse con mayor facilidad.