Las Kiprun KD900.2, de la marca de Decathlon, han despertado bastante interés en el mundo de las zapatillas de running gracias a dos elementos clave: una mediasuela con tecnología PEBAX y un precio competitivo de 130€.
Ese 2 del final indica que es la segunda versión de este modelo. Cambios bastante importantes, con nueva espuma VFOAM PLUS, un upper diferente y se mantiene como zapatilla rápida pero sin placa.
Las KD900.2 heredan la misma espuma de las KD900X LD+, el modelo de competición de Kiprun. Pero reitero, las KD900.2 no cuentan con una placa de carbono, lo que las sitúa en un perfil diferente dentro de la gama.
Esta conexión con las KD900X LD+ también es evidente en su diseño, ya que mantienen una estética que recuerda claramente al modelo de carreras, dando un toque competitivo a una zapatilla pensada para entrenamientos rápidos.
A primera vista, parece una combinación ganadora… aunque, como suele suceder, en la práctica me he encontrado con algún detalle que merece atención.
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Antes de nada y por transparencia. Estas Kiprun KD900.2 han sido cedidas por la marca, pero eso no cambia mi percepción del producto. No hay contraprestación por su parte para obtener comentarios positivos y tampoco tienen acceso o poder de decisión en el contenido de esta review.
Mi trabajo es totalmente independiente y sois vosotros los que permitís que el canal continúe a través de las compras que hacéis en los enlaces que os dejo. Aunque me lo hayan propuesto, no admito pagos por parte de ninguna marca.
Una vez hecha la aclaración, vamos con las Kiprun KD900.2.
Buena ventilación, ligereza… pero con algunos problemas de ajuste
Uno de los puntos fuertes de las Kiprun KD900.2 es su upper, construido con una malla técnica de poliéster que prioriza ligereza y ventilación. A simple vista, ya llama la atención su trenzado transpirable, que permite que el pie esté fresco incluso en temperaturas más elevadas.
Además, este tejido no absorbe líquidos, lo que es ideal en días de calor (por el sudor) o si te cae algo de agua durante la carrera; el upper se mantiene ligero sin cargar peso adicional.
Sin embargo, me he encontrado con ciertos problemas en cuanto al ajuste. He recibido mi talla habitual, el 46. Con estas KD900.2 la longitud es algo superior a la habitual en mi talla, dejando espacio de sobra delante del dedo gordo.
A pesar de ser más largas, la horma es algo estrecha, lo cual puede llevar a algunos problemas, especialmente para quienes «disfrutamos» de alguna deformación en el pie como un juanete.
A mi me ha generado rozaduras y alguna que otra ampolla en esa zona. He probado diferentes calcetines, pero la malla de poliéster no es demasiado elástica, por lo que no permite dar juego y estirar esa zona donde algunos podamos necesitar mayor espacio. De hecho la zona problemática ha quedado marcada en el upper.
Por otro lado, hay detalles en el diseño del upper que sí funcionan muy bien en cuanto a estructura y soporte: el refuerzo en el talón, de plástico, es discreto pero firme.
La lengüeta me ha parecido muy curiosa porque tiene el acolchado en la zona interna. Asegura una buena sensación en el empeine sin ser demasiado voluminosa, pero visualmente parece una lengüeta totalmente tradicional.
Esta lengüeta está unida a la mediasuela con una tira de buena calidad, no excesivamente elástica, que proporciona una sujeción excelente.
Y los cordones, de buena calidad, terminan de ajustar el pie con comodidad.
En términos generales, el upper de las KD900.2 tiene mucho potencial para los días rápidos, lo único a tener en cuenta es que para quienes necesitan un ajuste un poco más ancho, puede que no sea la opción ideal.
VFOAM Plus, no sorprende pero funciona correctamente
Con una altura de 38,5 mm en el talón y 30,5 mm en el antepié, ofrece un drop de 8 mm. En cuanto al peso, estamos hablando de unos 219 g en talla 42 y 266 g en talla 46, bastante ligeras para lo que ofrecen en amortiguación.
Como mencionaba antes, la mediasuela usa VFOAM PLUS, la misma espuma presente en las zapatillas de competición de Kiprun.
A diferencia de otras VFOAM de la marca (por ejemplo las Kiprun KD500.3), esta versión PLUS combina EVA y PEBAX, una elección que inicialmente puede sonar menos «explosiva» en cuanto a retorno de energía. Sin embargo, cuando la EVA se somete a procesos de expansión supercríticos, se convierte en una opción de que puede ofrecer un buen rendimiento, pero también durabilidad.
El diseño de la mediasuela también tiene aspectos interesantes. Presenta un rocker pronunciado tanto en el antepié como en el talón, lo que facilita una transición más fluida en la pisada.
En la zona del mediopié, la mediasuela queda ligeramente elevada, de modo que no llega a tocar el suelo en cada paso. Esta elevación permite un ahorro en material y peso, aunque al no haber placa en su interior, la zona central puede flexionar y colapsar con cada pisada, concentrando el movimiento en esa área más débil.
¿Qué puede provocar eso? Para empezar que se modifique la geometría de la zapatilla (es decir, ese drop 8mm puede cambiar totalmente cuando esa zona, al colapsar, toque el suelo). Pero también hace que, al ser la zona más débil, la zapatilla siempre flexione en el mismo punto.
En cuanto a sensaciones, la KD900.2 ofrece un tacto bastante equilibrado. No es demasiado firme, pero tampoco tiene un retorno de energía tan acentuado como otras espumas PEBAX como ZoomX o FFTurbo+. Quienes busquen un buen tacto de suelo y quienes prefieran una ligera sensación de rebote encontrarán aquí una zapatilla de uso versátil. Creo que ambos perfiles van a sentirse a gusto.
De todas formas es normal no tener tanto retorno de energía, la formulación del VFOAM PLUS de estas KD900.2 está hecha también pensando en la durabilidad de la zapatilla, por lo que en Decathlon no han querido ser demasiado atrevidos.
Una suela con buena tracción, pero que también va a durar
La suela de las Kiprun KD900.2 está diseñada para ofrecer una durabilidad destacada, gracias a una cobertura generosa y al uso de materiales de buen grosor, especialmente en la zona del antepié.
Creo que va a resistir bien el desgaste de los entrenamientos. Kiprun no lo ha dejado al azar, porque se ha preocupado de ofrecer diferentes compuestos en según qué zonas. Por ejemplo, la pieza del talón es más fina y de un material más duro, mientras que las dos piezas delanteras tienen mejor tracción (son más blandas) y, para contrarrestarlo, se ha aumentado el grosor del caucho.
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Opinión Kiprun KD900.2
Para dar una valoración final siempre hay un aspecto clave que debemos tener en cuenta: el precio. Con una etiqueta de 130€, las Kiprun KD900.2 se presentan como una opción excelente en su segmento.
En lo que a mi situación particular es una pena los problemas que he tenido con el upper, que me ha resultado estrecho, hayan afectado mi experiencia general.
Desde mi primera salida, sufrí rozaduras en la zona donde me asoma el juanete, un detalle que quedó marcado en la zapatilla. A pesar de saber que esas molestias iban a estar presentes en mis siguientes salidas, continué probándolas. Y es que algunas veces «se gana» y otras «se pierde». Me iban a dejar los pies bastante marcados, pero necesito captar todas las sensaciones de la zapatilla para poder contároslo todo al detalle.
Creo que estas zapatillas brillan más en entrenamientos cortos y a ritmos elevados, siendo perfectas para días de series o trabajos de calidad. Sin embargo, no las recomendaría para tiradas largas, no solo por mis problemas específicos, sino también por las sensaciones generales que obtengo de la mediasuela.
Para entrenamientos de 10 a 15 kilómetros, donde se busquen intervalos o cambios de ritmo, las Kiprun KD900.2 son una opción ideal.
Lo que tengo claro es que Kiprun está evolucionando en el camino adecuado. Saben lo que quieren, saben cómo conseguirlo y están ganando experiencia con productos que son cada vez mejores.
¡Gracias por leer!