Carreras

Triatlón Torre del Mar, 2017

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Primera prueba marcada en rojo en el calendario. De las opciones que tenía marcadas en el calendario (de las que ya han caído algunas), ésta prueba era una de las que le tenía ganas. En primer lugar por ser distancia olímpica, que creo está en el punto perfecto entre ser un triatlón en el que vas a tope desde el principio y apenas guardas nada; pero sobre todo porque es un triatlón sin drafting, con todo lo que significa.

Así que era día de hacer una natación a mi ritmo (y no al ritmo de un grupo al que me quiera enganchar en la bici), día de volar con la cabra y, a pesar de no ser un sprint, hacer la carrera casi a tope de posibilidades.

No me entiendas mal, la distancia sprint es sin duda muy divertida. Pero creo que el triatlón puro está en distancias a partir de la olímpica y sobre todo en modalidades sin drafting, donde no dependes de tener que ir en un buen grupo, sino que todo lo tienes que conseguir por ti mismo.

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Antes de la carrera

No creas que fue una semana fácil. De hecho a mitad de semana estaba con la duda de si se celebraría la carrera o no. Incluso pensando que si se convertía en duatlón tendríamos mucha suerte. En Málaga tuvimos un temporal importante que comenzó el miércoles o jueves. Viento, mucha lluvia y, sobre todo, el mar muy cabreado. Fíjate si estaba cabreado, que mira lo que trajo hasta la costa.

Plataforma Benalmádena

Eso ocurrió el viernes, no muchas horas antes de la carrera. Y con esas perspectivas nos íbamos a hacer 1.500m en el mar (o 1.900m-950m aquellos que corrieran otras distancias). La previsión meteorológica mejoraba a lo largo del fin de semana, pero todavía no estaba claro si el triatlón iba a ser en seco o en mojado.

A pesar de todo, el sábado tocaba hacer recogida de dorsal y atender a la charla técnica. Obligatoria, aunque sin tener que firmar documentos nada aseguraba que estuviéramos todos presentes. Pero lo primero que nos indicaron a todos los triatletas es que a la mañana siguiente habría triatlón. Capitanía Marítima (los encargados de aprobar la celebración de pruebas en el mar) ya habían confirmado que la situación iba a mejorar y que se podría desarrollar la carrera sin ningún problema.

Podría llover, podría estar seco… pero al menos sabíamos que íbamos a nadar.

Día de carrera

Y a pesar de cómo había estado la semana, el domingo amaneció como un día perfecto. Ligeramente nublado, pero sin previsión de lluvias. El agua estaba bastante tranquila sin mucho atisbo de oleaje, aunque a 17º el agua cortaba un poco. Lógicamente, era cuestión de poner neopreno.

Triatlón Torre del Mar

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Natación conforme a lo que había planeado. Llevar un ritmo constante desde el principio, sin dormirse pero sin apretar en exceso. No había ninguna preocupación por salir un minuto antes o un minuto después, ya que la ventaja de ser una carrera sin drafting es que no tienes la urgencia de salir del agua en busca de un gran grupo dispuesto a trabajar en la bici.

Triatlón Torre del Mar

Primera vuelta sin excesivas aglomeraciones. Algún palo en el giro de la primera boya pero lo habitual de la situación. También algún tropiezo de manos contra pies, pero nada hecho con maldad, la verdad es que era una natación bastante limpia por parte de todos.

Termina la primera vuelta y salgo a hacer el giro en la bandera de la playa.

Triatlón Torre del Mar

El grupo ya se ha estirado y mientras yo estoy girando, los líderes van buscando de nuevo la primera boya.

Hago una buena navegación en todo momento y no me desvío mucho de la trazada. Por suerte no había mucho oleaje, así que no era necesario estar mirando constantemente hacia dónde me dirigía.

Salgo del agua en posición 66 después de 26:34 de natación, algo mejor de lo que esperaba. Me encuentro a poco más de 4 minutos del líder de la carrera.

Llego a T1 y «arruino» la carrera (que no es que fuese a ganar, pero los grupos de edad peleamos cada posición con uñas y dientes :-)…). No había cesta para los «útiles» de natación, sino que debíamos dejarlo antes de la zona de boxes en una bolsa de plástico que la organización nos había facilitado. Primer incidente… pierdo la referencia de dónde está mi bolsa. Comienzo a buscar… y no la encuentro, y eso que la había colocado yo mismo una hora antes.

Termino de pasar la hilera de bolsas y me quito el neopreno, ya la buscaré después. Me agacho para sacármelo de los pies y me vienen los mareos típicos tras terminar la natación, pero mucho más de lo que nunca había tenido. Supongo que no es buena idea agachar la cabeza tras salir del agua.

Me quito el neopreno y voy dando tumbos a buscar de nuevo mi bolsa, que finalmente aparece. Siguiente odisea, meter el neopreno dentro, porque las gafas y gorro no hay problema. Doblo el neopreno con bastante cuidado para hacerlo lo más pequeño posible… y no entra, se resbala. Segundo intento, tercer intento… Al cuarto intento consigo meterlo dentro y colgar la bolsa nuevamente en su sitio.

Triatlón Torre del Mar

De nuevo hacia la zona de boxes a buscar la bici, pero ahí ya me ha adelantado hasta el de la canoa del agua. Y aquí viene el segundo desastre de la carrera.

Para distancias más largas de sprint siempre corro con calcetines, suelo aguantar los 10km sin ellos pero es arriesgado. Decido ponérmelos en la T1, ya que el día estaba nublado y mis zapatillas de bici son bastante abiertas, por lo que no me apetecía pasar frío. ERROR.

Triatlón Torre del Mar
Sí, yo peleando por meter el neopreno en la bolsa… luego otros lo dejan junto a la bici

Tras poner los calcetines, dorsal, gafas y casco; enfilo hacia la salida de boxes (yo creo que ya estaban barriendo…). Recuerdas que había dicho que llevábamos toda la semana de lluvias, ¿verdad? Pues efectivamente, de camino a la salida pasando charcos con mis calcetines recién puestos. Y por supuesto, estando al lado de la playa, recogiendo arena. Ya volveremos a esto más adelante…

Algo más de 4 minutos después (sí, sí, 4 minutos en una transición que no debería haber tardado más de 1) me estoy montando en la bici. Aquí es donde empieza mi carrera, sobre todo en un circuito tan llano como el que nos ocupaba. Salida del pueblo por una zona urbana donde aprovecho a recoger un bidón isotónica y lo coloco en el soporte trasero con algo de dificultad (el Gorilla de Xlab asegura que el bidón no vaya a saltar independientemente de lo grande que sea el bache, pero es un coñazo meterlo dentro).

Llegamos a la nacional y pongo en marcha la maquinaria. Una larga recta por delante y 280W de potencia normalizada como objetivo, unos 38-40 km/h en llano. Ligero viento en contra pero apenas perceptible. Voy recuperando bastantes posiciones beneficiado por llevar cabra y porque el terreno llano me beneficia.

Tras unos cinco kilómetros alcanzamos el desvío donde había un pequeño repecho de kilómetro y medio. La verdad es que me lo habían puesto bastante peor, pero luego no era tan fiero el león como lo pintan. Una subida bastante asequible y una bajada con moderación, pues el suelo todavía tenía parches húmedos en las zonas de sombra.

Bajada de nuevo a la nacional y tras un par de minutos en dirección oeste, giro de 180º para buscar de nuevo el pueblo, esta vez con viento a favor.

Triatlón Torre del Mar
Sí, triatlón «sin drafting» :-/. Espero que sólo estuviera ahí para la foto…

Completo la primera vuelta en unos 270W normalizados. Un poco por debajo de lo pensado, pero bien en general, además de adelantar a un montón de bicis en el tramo de entrada al pueblo. No todas serían del olímpico, muchos serían del Half o de la competición de relevos.

Nuevo paso por avituallamiento y esta vez recojo un gel, aprovechando el circuito urbano para dar cuenta de él, volviendo a acoplarme en cuanto vuelvo a la nacional.

Otra vez a marcar el ritmo, y continúo adelantando algunas bicicletas. Subida del repecho otra vez, con la diferencia que esta vez lo bajo sin miramientos, ya estaba casi todo seco.

Triatlón Torre del Mar

De vuelta hacia el pueblo por última vez, superando pequeñas cuestas en las que me adelantan un par de bicis (soy esclavo de la potencia), volviendo a recuperar la posición en la bajada y posterior llano. Así dos o tres veces, hasta que llegamos a un estrechamiento de carretera (la mitad estaba abierto al tráfico rodado). Adelanta uno de los líderes del Half, primero a mi y después a dos bicicletas que se encontraban a la derecha. Me sitúo para adelantar, pero la bici que me precedía no termina el adelantamiento, o a la que estaba rebasando aprieta la marcha. Y no podía adelantar en una tercera línea, porque evidentemente me meto en dirección contraria (descalificación inmediata).

Tras varios segundos de duda, viendo quién pasa, quién no, aparece moto de los comisarios y nos llevamos una advertencia. Manda coj… Al menos eso provoca que las dos bicis de la derecha permitan el adelantamiento, el competidor del Half termine de rebasar y se sitúe a la derecha. Vuelvo a adelantarlo y ya me coloco en cabeza del grupo hasta volver a la zona de boxes, terminando los 40,5km del segundo segmento en 1:14:21. Bajo de la bici en perfecto estado físico y con ganas de correr.

Pero… ¿recordáis lo que contaba de los calcetines? Pues evidentemente la entrada en boxes seguía encharcada. Ya no me acordaba, así que saco los pies de las zapatillas dejándolas enganchadas en los pedales, como siempre hago. Chof, chof, yo que ya llevaba los calcetines secos los vuelvo a remojar, así que me tengo que poner las zapatillas con los pies mojados (que también me podía haber quitado los calcetines…).

Por si esto fuera poco, la salida de boxes tenía un tramo de unos 100m por la playa. En teoría debería ser arena compactada, pero el temporal se la había llevado por delante, dejando arena de playa totalmente suelta. Perfecto, añado un poco más de arena a unos pies mojados y con arena.

Empiezo a correr a ritmos en torno a 4:20. Cómodo y esperando a evaluar tras llegar al final del paseo marítimo. Supero por primera vez un pequeño tramo de escaleras, y le pregunto a mis isquios que les ha parecido. Me dicen que no les ha importado, de lo cual me alegro. Avituallamiento y recojo botella de agua para beber un sorbo.

Continúo camino y llego al final del paseo, giro y viento de cara. Al principio mina un poco la moral, pero enseguida lo agradezco porque ayuda a refrescar un poco.

Triatlón Torre del Mar

Mitad de carrera y empiezo a acordarme de mis calcetines mojados. Los pies empiezan a molestar y voy notando la abrasión de la arena en la planta del pie. Alcanzo el final de la primera vuelta pero ya no llevo la misma alegría que llevaba antes. Yo que pensaba mantener el ritmo de 4:20 e incluso acelerar un poco el paso, veo como estoy empezando a marcar kilómetros en 4:30 largos.

Para el kilómetro 7 ya me quería morir. Tenía los pies machacados, mitad por las ampollas «gracias a» los calcetines mojados y mitad por la arena rozando sobre la piel reblandecida por la humedad. Nuevo paso por avituallamiento pero esta vez no recojo agua (ya lo llevo en los pies…), simplemente voy mirando qué corredores llevo delante y a cuántos puedo alcanzar.

Voy a rebufo de uno, que sí recoge agua lo cual aprovecho para adelantarlo. Tengo un grupo un poco más adelante, así que simplemente me olvido de mis pies y trato de darles alcance, cosa que consigo unos 300 metros antes de la meta. Completo los 10,5km del recorrido de carrera en 47:24, cojeando y con los pies prácticamente en llamas.

Tiempo final en meta de 2:32:43, en posición 51 de mi grupo de edad y 83 absoluto, a unos 22 minutos del ganador. No está tan mal, al menos teniendo en cuenta el desastre de la primera transición (¡todos tenemos excusas :-)!). Estoy seguro que con una primera transición menos problemática y sin los pies destrozados hubiese podido bajar de los 2:30 sin mucha dificultad.

¿Y qué queda por delante en el calendario? Pues poca cosa, porque lo que había pensado para mayo no terminará cuadrando nada. Lo único que me entra en fechas es el triatlón sprint de Marbella, pero el cambio de recorrido y el hacerlo exactamente igual que el duatlón de hace tres meses hace que pierda todo el interés. Así que comenzaré desde ya a preparar el gran objetivo del año, ese Ironman 70.3 de Portugal, aunque seguramente habrá algún 10K o 5K en el camino.

¡Gracias por leer!

Eduardo Mateos

Con más de 25 años inmerso en el mundo de la tecnología, y más de una década dedicada específicamente a la tecnología deportiva, Eduardo va más allá de los análisis superficiales. Ha invertido tiempo significativo en utilizar, probar y desentrañar cada componente. Como triatleta de larga distancia, su vida gira en torno a la natación, la carrera y el ciclismo, actividades que no solo definen su pasión sino que también lo impulsan a comprender a fondo cómo la tecnología puede potenciar el rendimiento deportivo. Esta dedicación le ha permitido fusionar la experiencia tecnológica con su amor por el deporte. El compromiso de Eduardo con la calidad y la autenticidad se refleja en cada análisis y review publicada, proporcionando información valiosa respaldada por años de experiencia práctica y análisis detallado.

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2 comentarios

  1. Gran carrera!lastima ese pequeño fallo, la experiencia te hace ser mas perfecto, hay que fallar para aprender.animo y a x ese md

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