Challenge Roth 2024

Casi una semana después de volver del viaje de Roth y ya de nuevo asentado en rutina, aquí os dejo un reporte de una carrera que, sin lugar a dudas, es muy especial. Todos los que hacéis triatlón de larga distancia, apuntadlo en vuestra lista de obligatorios si no lo habéis hecho todavía. Es obligatorio disfrutar de esta carrera al menos una vez en la vida.

Eso sí, hay que tener unas cuantas cosas claras. La primera y más importante: la logística en esta carrera es un auténtico coñazo.

Apenas hay hoteles en Roth o Hilpoltstein y, cuando consigáis vuestra participación, debéis saber que ya estarán todos reservados (porque la gente los reserva después de realizar su registro «on-site» el día después de la carrera).

Mi recomendación es que, ya que no vas a poder alojarte cerca de salida o meta, que optes por alojarte en el sur de Nuremberg, preferiblemente cerca de la estación de tren. Hay precios económicos y te podrás mover hasta Roth en tren si es necesario.

Vas a tener que dar muchas vueltas desde tu campamento base hasta Roth, algo que tendrás que asumir.

Debes tener en cuenta que Roth es un pueblo de 25.000 habitantes que para esta carrera se convierte en una ciudad de más de 100.000. Las colas están aseguradas. Yo me comí una buena el sábado para dejar la bici en T1, alrededor de 30 minutos parados en tráfico y otra hora en cola para llegar a entrar a transición. Tienes que ir con calma y llevar tiempo más que de sobra para cualquier cosa que vayas a hacer. Paciencia.

Luego está la dificultad añadida de que es una carrera en la que T1 y T2 están bastante distanciadas, que hay pocas carreteras y la inmensa mayoría quedan cerradas al tráfico. Por tanto si vas con acompañantes ten en cuenta que lo van a tener muy difícil para seguir vuestra carrera. Y si lo podéis evitar… mejor ir sin niños (yo los llevé y es una paliza para ellos).

Recomendable que los acompañantes sean todos adultos y lleven/alquilen bicicleta. Eso hará su día mucho más fácil.

Esta es la parte negativa de esta carrera. Pero lo positivo es TODO lo demás. Unos 7.000 voluntarios deseando ayudar al triatleta, localizaciones en las que estás deseando competir. ¿Quién no ha visto el puente de la natación, los globos aerostáticos de la salida, Solarer Berg (😍😍), el canal donde corremos, el estadio de meta, la fiesta post-meta? El mero hecho de vivir todos esos momentos bien vale el esfuerzo que vas a hacer durante el día. Carne de gallina.

Natación

T1 cierra el acceso a las 6:15 (ojo que esto puede cambiar en otros años). Da igual que salgas a las 7 o que lo hagas a las 9. A las 6:16 no accedes a T1 y por tanto no puedes entrar al agua. Así que muy muy importante ser escrupulosos con esta hora.

La natación no es difícil. Grupos separados por tiempos de 5 minutos, calculo que unas 40 o 50 personas. La salida se da desde dentro del agua y dado el tamaño del grupo (en el que te has colocado tú mismo en función del tiempo elegido en el registro) no es complicado encontrar pies al principio. Pero por el mismo motivo del tamaño del grupo, recibir palos va a ser bastante habitual.

Empecé fácil, intentando buscar pies tras los que colocarme. Alguna complicación puntual como quedarte encerrado entre nadadores a izquierda y derecha (el de la izquierda no sabe que tienes otro a la derecha y viceversa) por lo que te terminan estrangulando y tienes que parar para volver a arrancar.

El contacto típico del que llevas a pies que a veces no respeta y terminas llevando «a rodillas», y que sigue empeñado en ganar posición pasando por encima tuyo en lugar de por el lado… pero ya sabes a lo que te has apuntado.

La temperatura del agua era buena, neopreno permitido y a pesar de ser un canal está cerrado por puertas por lo que no hay corriente en su interior. Una vez pasados los primeros cientos de metros ya todo se estabiliza y es cuestión de mantener tu ritmo.

Este año no estoy nadando nada bien, así que no toca más que asumirlo y simplemente sacarlo adelante. El primer giro se hace en una gran boya bajo el siguiente puente del canal, mejor tomar la referencia del puente que de la boya porque te puedes ir largo.

Volvemos por el otro lado de la línea de boyas, línea totalmente recta. Hay muchísimo ambiente, especialmente en la zona cercana a la salida. Puedes escuchar los gritos del público incluso desde dentro del agua, igual que el cañonazo de salida cuando parte un nuevo grupo. El ambiente es espectacular.

Recomiendo «perder algo de tiempo» y sacar la cabeza del agua para ver el puente nadando por debajo. Son las imágenes con las que te vas a quedar cuando termines la carrera y te vayas a casa, y cruzar ese puente por debajo con la enorme banderola de THIS IS ROTH! es, simplemente, especial. Al acercarse el final del segmento de natación los grupos se complican. Empiezan a mezclarse los nadadores rápidos del grupo que salió 5 minutos detrás nuestro, y empezamos a dar alcance a los lentos que salieron 5 minutos antes. Así que elegir pies ahora es más difícil.

No sé por qué motivo, tras dar el último giro y enfilar ya los últimos cientos de metros hacia la salida mi ritmo bajó bastante. Supongo que por lo comentado anteriormente de los grupos, porque es algo que pude notar tanto dentro del agua como luego viendo los tiempos.

Termino la natación con sensación de que, si tuviese que hacer 1.000m más, los hacía sin ningún problema. Sabía que mi natación iba a ser lenta y tampoco quería esforzarme demasiado en bajar 2 minutos a un tiempo que de todas formas iba a ser alto.

Salgo del agua y miro el reloj, veo 1:10 y satisfecho. Podría ser mejor, pero también peor. Sencillamente lo esperado.

Segmento de bici

Primera transición tremendamente fluida, tan fácil como tener un voluntario asignado. Sales del agua y en seguida recogemos nuestra bolsa de T1 con las cosas de la bici (salvo el casco, que se queda en la bici toda la noche). Corriendo a la carpa donde alguien te espera y te indica dónde sentarte, te ayuda a sacarte el neopreno (consejo, déjale que haga su función, está más fresco que tú e irá más rápido) y te da las cosas de la bici. Y mientras te las estás poniendo, mete el neopreno, gafas y gorro en la bolsa.

A mi me ayudaron hasta a ponerme los calcetines, evitando movimientos extraños que siempre pueden llevar a calambres. El día era frío y con amenaza de lluvia, así que lo de los calcetines en el segmento de bici no era negociable. También me ayudó a poner las zapatillas de bici, que dada mi lesión en el pie esta vez preferí no dejarlas en la bici.

El segmento de ciclismo comenzó con una ligera sensación de fresco, que pronto se volvió soportable. Poco después de empezar, en un bache junto a un almacén blanco bastante bastante icónico, me hizo perder uno de los botes con la nutrición de la bici. Obviamente paré para recogerlo, ya que era la mitad de lo que iba a comer en la bici. Y déjame decirte que no fui el único… la zona estaba repleta de botellas y en la segunda vuelta llevaban ya acumuladas unas 50.

A pesar de haber montado y probado la bicicleta el día anterior, noté de inmediato que la altura del sillín no era la correcta, probablemente un centímetro más baja. No iba cómodo, así que me paré en el primer punto de asistencia mecánica sobre el kilómetro 35. Fueron unos 4 minutos parado pero lo peor es que perdí el «grupo» en el que estaba rodando cómodo a distancia legal, y me iba a tocar escalar posiciones de nuevo.

Más o menos a mitad de la primera vuelta comenzó a llover, no muy fuerte pero lo suficiente para preocuparme por mis acompañantes que se estarían mojando. Y obviamente, en las frenadas echaba de menos no tener unos frenos de disco. Ruedas de carbono y agua son una mala combinación, así que cada giro o bajada había que hacerlo con precaución.

Solar Hill es otro de los momentos que hay que vivir al menos una vez en la vida. Llevaba la pantalla del casco mojada por el agua y empañada por la humedad, así que antes de llegar allí me la quité porque había que grabarlo todo en las retinas.

Es una subida de alrededor de 1,5km. Cuando comenzamos a ascender hay vayas a ambos lados y la carretera es bastante ancha. Pero cuando empieza a empinarse se estrecha hasta formar un sólo carril, digno de etapa reina del Tour de Francia. Lo de esta gente es impresionante. Da igual que esté lloviendo, que los Pro hayan pasado una hora y media antes… están animando con la misma intensidad que al principio.

Te gritan, te aplauden, te animan… dejando el carril justo para que pase una bici. Todos en fila, olvídate de adelantar… pero es que tampoco te preocupas de eso en este momento. Estoy seguro que hasta los Pro se lo toman con calma, posiblemente es la subida más especial de cualquier carrera de triatlón del mundo y quieres absorber lo máximo de ese momento.

Incluso en la segunda vuelta seguía teniendo mucha animación, aunque lógicamente ya no tanto como en la primera.

Hay otra subida también muy animada, en Greding. Es el ascenso más largo de toda la carrera, con unos 5km, y en el principio montan una buena fiesta. Incluso revisando TrainingPeaks aquí logré mi tercer mejor registro histórico de potencia durante 1 minuto. Para nada me percaté de ello.

Carrera a pie

T2 es aún más eficiente que T1. Llegas, entregas la bici a un voluntario y te olvidas de ella. Corres 30 metros y como por arte de magia tienes a otro voluntario sujetando tu bolsa en la mano. Coges la bolsa y otros 30 metros después está la carpa para cambiarte.

¿Qué nos encontramos al llegar a la carpa? Efectivamente, otro voluntario dispuesto a ayudarte a quitarte las cosas de la bici y te entrega todo lo de carrera para que salgas lo más rápido posible.

No queda otra que darle mil veces las gracias con una sonrisa y salir a correr. Así debe ser como se sienten los Pro en Kona…

Salí a correr cómodo y antes de recorrer 1km ya me crucé con todo el «equipo de apoyo». Un cómo estás-cómo estáis rápido y a seguir corriendo. Pipí-stop en el primer avituallamiento y a seguir rodando cómodo a ritmo de 4:50-5:00 por kilómetro, con destino al polígono y posteriormente al canal.

La zona del polígono tiene mucho ambiente, música, speaker… así que a pesar de no ser lo más bonito en cuanto a paisajes sí es muy agradable pasar por allí.

Pero aquí viene otra parte negativa de Roth: el canal. Entramos sobre el kilómetro 3… y no salimos hasta aproximadamente el 25. Al principio está bien, vamos corriendo hasta llegar a una de las presas y damos la vuelta.

Algún avituallamiento. Público aquí y allá, vuelta a cruzar el polígono… y a partir de ahí soledad entre corredores. Esta parte se hace muuuy larga. Corriendo paralelo al canal kilómetro tras kilómetro hay que ser fuerte mentalmente e ir descontando los kilómetros.

Sobre el kilómetro 12 noto que ya no estoy tan fresco como cuando empecé a correr y los ritmos van bajando poco a poco. Tengo puesto en el reloj la vuelta automática cada 5km y lo que busco es que cada vuelta sea de menos de 28 minutos (contando con que hago los avituallamientos andando para repostar lo máximo posible).

Tras más de una hora corriendo recto en una dirección, por fin alcanzo la siguiente presa… y el punto de giro. Hay que deshacer lo hecho hasta ahora, prácticamente con la misma soledad. Cruzo la media maratón y mi siguiente objetivo es el kilómetro 25.

Tras mucho rato vuelvo a llegar al polígono industrial, giro a la derecha y toca correr por una zona de parque que se me hace un poco bola. En mi cabeza pensaba que tras unos pocos minutos llegaríamos al centro de Roth (otro checkpoint mental), pero tocaba dar unas vueltas en ese bosque.

Salimos del bosque y volvemos a entrar en zona urbana. Cruzar Roth con todo el público animando es lo que más apetece en ese momento y sobre el kilómetro 31 vuelvo a cruzarme con mi equipo de apoyo, así que a seguir corriendo con ganas.

Salimos de Roth y llegamos a la parte que todos tememos: la subida a Büchenbach. Aproximadamente del 33 al 36 con una subida bastante empinada. Así que cabeza agachada y a subirla «corriendo» pero sin andar, porque notaba los gritos de Lu en mi hombro diciendo «¡no te pares!». Y así fue, corriendo hasta arriba.

Una vez en la plaza del pueblo y bordeando la zona de las guarderías (todo muy bonito con un montón de carteles que habían preparado los niños para la carrera) tocaba bajar otra vez hasta Roth. Y tampoco es fácil, porque muscularmente ya se va justo. Pero yo sigo descontando kilómetros cada vez que veo un cartel. 36, 37, 38…

Vuelta a cruzar el pueblo y esta vez se hace más largo. Muchos ánimos por parte de los voluntarios (incluso españoles), que ya notan que las fuerzas están justas y de pronto te encuentras con un giro a la derecha que no habías hecho antes.

Ya se ve y se escucha la meta cada vez más cerca. Ya puede caer un meteorito pero esto está terminado. Llegada al estadio y parte de la familia me está esperando fuera. Entro al estadio y tal y como había planeado ya con antelación… esa parte me la iba a hacer andando.

Tienes un estadio entero aplaudiéndote, gritándote y animándote. ¿Qué prisa tengo en cruzar la meta? Ninguna, ya te lo digo yo. Chocar manos, aplaudir de vuelta y disfrutar de esa «U mágica».

Tiempo final de 10:35. Iba buscando hacer 10:30 así que satisfecho con el tiempo final. Un post-meta un poco complicado pues tras ir al baño y tumbarme en el suelo, decido visitar la zona médica porque tenía mucho frío y sensación de mareo.

Y aquí viene otra recomendación. Si te sientes algo regular… visita a los médicos, estarán encantados de ayudarte y tú estarás más tranquilo… aunque tu familia no 🙃.