Las zapatillas siempre tienen un último agujero y mucha gente desconoce cuál es su uso. Las marcas nunca han incluido información acerca de cómo hacer la lazada, y en la tienda muchos dependientes desconocen su uso.
Este método de lazada es muy útil a la hora de correr, ya que atar los cordones de esta forma nos ofrece la mejor estabilidad lateral de la zapatilla. Además evita que la lengüeta se pueda mover y eliminamos dolores en el empeine por quedar los cordones demasiado apretados.
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Ese último agujero sirve para algo; para atar las zapatillas correctamente
Cuando compras unas zapatillas de running, normalmente los cordones vienen ya colocados de forma entrelazada. Los cordones llegan siempre hasta el final de la línea, pero siempre queda un agujero más por el que no pasa el cordón, y siempre se queda sin usar. En estas fotos de mis K-Swiss Blade-Max Stable podéis ver cuál es ese agujero que siempre se queda sin usar (pinchad en la imagen para verla más grande).
El procedimiento es sencillo. Tan sólo tenéis que volver a meter el cordón hacia dentro, creando un par de “orejas”.
A continuación, hay que cruzar los cordones al otro lado de la zapatilla, peor esta vez metiéndolos dentro de estas “orejas” que hemos hecho.
Ya sólo nos queda ajustar los cordones correctamente como hacemos normalmente, tirar desde abajo hasta arriba para tener el ajuste deseado, y hacer nuestra lazada correspondiente.
Con esta lazada, como ya he comentado, conseguiréis que el zapato se ajuste totalmente a vuestro pie, evitando que el empeine pueda moverse y todo ello sin apretar en exceso en la parte superior. Podemos ajustar la presión ejercida sobre el tobillo, sin que esto influya en el ajuste del resto del cordón sobre el pie.
Un último consejo
Cuando vayáis a hacer una carrera o un entrenamiento, es mejor no apretar demasiado los cordones. Al correr, los pies se hinchan, y si nos pasamos con la fuerza lo más probable es que en poco tiempo comiencen las molestias.