Amazfit está ganando cada vez más tracción en el segmento de los relojes deportivos. Ya intentaron ganar mucha notoriedad con el fichaje de Kelvin Kiptum, poco antes de su fatídica muerte. Ese movimiento es una prueba notable de las intenciones que tiene Amazfit para su futuro más próximo.
En estos últimos meses ha sido este Amazfit T-Rex 3, el reloj de la marca más enfocado a uso outdoor, el que ha puesto a Amazfit en boca de muchos. Con un precio que roza los 300€ (sin promociones), la lista de prestaciones de este T-Rex 3 es apabullante. Es como si en Amazfit hubiesen cogido una lista de las principales funciones de la competencia (en relojes mucho más caros) y simplemente hubiesen añadido lo mismo a su modelo.
Es precisamente esa lista de funciones y su estética la que hace que muchos se lancen a compararlo con relojes mucho más caros (como el Garmin Fenix 8). Pero una cosa es el listado de características y otra muy diferente la profundidad de esas características.
Un sencillo ejemplo son los mapas de navegación. Es una función de la que Amazfit presume, pero que a la hora de la verdad tiene muchos «peros». Pero hay que coger el contexto, estamos hablando de un reloj de 300€, algo que será muy importante ir recordando a lo largo de toda la prueba.
Siempre me gusta recordarte el origen de los dispositivos que pruebo. Amazfit ha cedido este T-Rex 3 para poder realizar el análisis, pero eso no cambia en absoluto la forma de trabajar. Siempre lo hago desde la máxima honestidad para contarte lo bueno, pero también todos los defectos que pueda haber en cualquier dispositivo.
Así que si te gusta el trabajo que realizo en estas pruebas y quieres colaborar con la web, puedes hacerlo comprando a través de los enlaces que verás en esta página. Y no dejes de unirte al canal Telegram porque ahí publico un montón de chollos de forma regular. ¡Gracias por tu soporte!
Navegar a secciones específicas El Amazfit T-Rex 3 sorprende por una larguísima lista de funciones para un precio realmente rompedor. ¿Es todo tan bonito como parece?Amazfit T-Rex 3
Funcionamiento global - 7.5
Posibilidades de entrenamiento - 7.5
Plataforma y aplicaciones - 6.5
Autonomía - 9
Acabados y comodidad - 9
Relación precio/prestaciones - 10
8.3
TOTAL
Lo mejor
- Precio
- Enorme lista de prestaciones
- Pantalla de 1,5″
- Recepción de satélite doble banda
- Buen funcionamiento del sensor de pulso óptico
Necesita mejorar
- Mapas mejorables
- Gestión de rutas algo caótica
- Muchas métricas, pero sin mucho respaldo científico
Características Amazfit T-Rex 3
Es en este momento en el que te puedo decir «abróchate el cinturón», que vamos a emprender un viaje. La lista de funciones presente en este reloj pudiera ser la envidia de muchos otros fabricantes del sector.
- Pantalla táctil AMOLED 1,5″ con sensor de luz ambiente, hasta 2.000 nits de iluminación
- Cristal Gorilla Glass
- Bisel de acero inoxidable, cuerpo de plástico
- 48,5mm de circunferencia y 13,75mm de grosor
- 72 gramos de peso incluyendo la correa de silicona especifica (incluye adaptador para correa 22mm)
- WiFi
- 32GB de memoria interna
- Descarga de mapas globales
- Navegación de rutas importadas
- Recepción de satélite doble banda con cambio automático de modo
- Sensor de pulso óptico con estimación de SpO2, VFC y seguimiento de temperatura
- Hasta 27 días en modo reloj (40 días en ahorro de energía y 81 días en modo reloj)
- Hasta 42 horas con satélite doble banda (o 72 horas sin usarla)
- Altímetro barométrico
- Perfil de buceo en apnea hasta 45m de profundidad (certificado EN13319)
- 177 perfiles de deporte diferentes
- Perfil para pista de atletismo
- Soporta entrenamientos avanzados de intervalos
- Compatible con Strava, Komoot, Google Fit, Apple Health, TrainingPeaks (sólo subida, no descarga)
- Compatible con sensores Bluetooth externos (desde simples como frecuencia cardíaca hasta complejos como potenciómetros o sensores de temperatura como CORE)
- Seguimiento de actividad, sueño y siestas
- Soporte de pagos inalámbricos (Zepp Pay)
- Reproducción de música MP3
- Micrófono para comandos vocales
- Precio 299€
Es impresionante la cantidad de cosas que Amazfit es capaz de ofrecer por sólo esos 299€. Cualquier otra marca pediría bastante más (sobre todo si su nombre empieza por G) por un nivel similar de funciones. Pero como veremos más adelante, una cosa es meter muchas funciones, y otra diferente es que esas funciones sean realmente útiles.
Todo lo que debes saber del Amazfit T-Rex 3
Quizás lo más llamativo de este modelo es su estética, con ese bisel de acero con forma octogonal y tornillos vistos. El uso del acero le da cierto caché, aunque el resto del reloj, de plástico, se siente un poco más barato (recuerda, 299€). Y no menos llamativa es su gran pantalla de 1,5″, dejando un bisel de tamaño bastante reducido.
El Amazfit T-Rex 3 es un reloj que podemos considerar de los grandes. No es «masivo», como algunos de los modelos de 51mm de diámetro. Pero no me ha parecido para nada incómodo, en parte gracias a que no tiene un peso elevado.
Se puede manejar tanto con su pantalla táctil como por los cuatro botones de control. Los botones funcionan de forma correcta, al igual que la pantalla. Quizá a lo que no termino de acostumbrarme es al botón superior izquierdo. No es una crítica como tal, pero obliga a desplazar el pulgar demasiado para presionarlo. Al final termino usando la pantalla táctil para mayor simplicidad.
La pantalla se ve perfectamente en exterior, siendo capaz de llegar hasta 2.000 nits de iluminación. Se puede configurar para reconocer el gesto de giro de muñeca o para que esté siempre encendida. Esta última opción permite además seleccionar más opciones, como un horario en el que esté activo o una esfera diferente para el modo de «bajo consumo».
Lo entrecomillo porque al final es mostrar una pantalla a todo color, con menos brillo, pero que no puede ser considerada como bajo consumo. Así que si seleccionas esta opción ten en cuenta que tendrá un impacto en la autonomía.
Dentro de las diferentes configuraciones también tenemos la posibilidad de usar modos de noche, cambiando los colores a rojo, naranja o verde para que no nos moleste durante la noche.
En general Amazfit ofrece multitud de opciones de configuración de pantalla, más que cualquiera de la competencia. Quizá en algunas opciones sea incluso demasiado.
El desplazamiento por todos los menús es ágil y rápido. No hay ningún tipo de lag entre las diferentes opciones, aunque sí encontramos un comportamiento bastante raro a la hora de navegar por los widgets.
Si desde la pantalla principal deslizamos de abajo hacia arriba vamos a encontrar los diferentes widgets que están disponibles en el reloj (que se pueden añadir, eliminar o reordenar). Tienen un comportamiento algo extraño, ya que al llegar a la visualización de cada uno de estos widgets tenemos que esperar a que cargue datos actuales. La información previa no está actualizada. Una situación un tanto extraña.
Siguiendo con funciones inteligentes, en el Amazfit T-Rex 3 recibimos notificaciones del teléfono tanto en Android como en iOS. Incluso en el caso de Android tenemos posibilidad de responder a los mensajes recibidos tanto con texto (con un teclado en pantalla, incluyendo emojis), como vía voz transcribiendo lo que hablemos a texto.
Que iOS no pueda hacer esta respuesta no es culpa de Amazfit, es debido al bloqueo que hace Apple de estas funciones para que sean exclusivas de su Apple Watch.
Pero hay muchas más funciones dentro del perfil de «reloj inteligente». Tarjetas de membresía de tiendas (con códigos de barras o QR), función de calendario que descarga lo que tengamos en el teléfono y no precisa de llevarlo encima para recibir los avisos o incluso comandos vocales gracias al micrófono integrado.
Con los comandos vocales (que Amazfit denomina Zepp Flow) podemos hacer algunas funciones como preguntar qué temperatura hace, programar una alarma o temporizador, iniciar un entrenamiento… Sin embargo, para esto sí necesitamos conexión con el teléfono, no es algo independiente que viva dentro del reloj.
En estas funciones inteligentes la mayor ausencia es quizás la falta de un altavoz que complemente a ese micrófono. Así que aunque existe la posibilidad de hacer comandos vocales, no podemos contestar llamadas hablando directamente con el reloj.
El Amazfit T-Rex 3 ofrece pagos inalámbricos a través de la función Zepp Pay, pero aunque indica que es compatible con Master Card yo no he podido añadir ninguna tarjeta. En teoría también es compatible con Curve (que es gratuito), simplemente tienes que pagar por el primer envío.
Curve es un agregador de tarjetas y también una tarjeta prepago virtual. Aunque Zepp Pay no ofrece la comodidad de tener tus tarjetas disponibles en el reloj, es cierto que el uso principal que vamos a darle es en caso de emergencias (tener que coger un taxi por lesión) o si quieres comprar algo de beber o comer durante un entrenamiento. Curve permite solventar eso.
En cuanto a duración de batería, Amazfit afirma que tendremos hasta 27 días sin cargar el reloj, o 13 días en un uso exigente.
Es más o menos lo que estoy consiguiendo, pero haciendo uso del giro de muñeca y desactivando algunas funciones de seguimiento diario (como la estimación de SpO2).
Para cargar el reloj se utiliza un adaptador magnético que se coloca en la parte trasera del reloj, de forma bastante segura. Ese adaptador tiene un conector USB-C estándar.
Me parece mejor solución que el uso de un conector específico, pues al final todos tenemos un cable de estos en casa (o donde sea). El único problema es que la carga es bastante lenta, necesitando entre 2,5/3 horas para una carga completa.
Actividad y deporte con el Amazfit T-Rex 3
El seguimiento de actividad con el Amazfit T-Rex 3 es completo. Registra la actividad diaria, saturación de oxígeno, temperatura de la piel, sueño, estrés, variabilidad de frecuencia cardíaca…
Pero es en todas estas métricas donde vamos a empezar a encontrar ciertos problemas. Por ejemplo en el registro de sueño, que si bien no tengo problemas en la detección de la hora de dormir y despertar, sí lo tengo con la puntuación del sueño.
Da igual si he dormido mucho o poco, si he dormido bien o mal, si he podido consumir alcohol o no (Navidad y esas cosas)… la puntuación siempre ha sido positiva. Por poner un ejemplo, este día en el que mi hijo pequeño pasó una mala noche despertándose continuamente, y yo me levanté también con sensación de ligera fiebre.
Pues a pesar de que fue una mala noche en general y que me levanté bastante hecho polvo (de hecho retrasé el entreno de ese día), la valoración fue de 85. En todo este tiempo de uso el rango ha sido entre 80 y 100, nunca por debajo.
Tenemos también la métrica de Disponibilidad (algo similar a lo que Garmin denomina «disponibilidad de entrenamiento»), que tiene en cuenta algunos valores como la recuperación nocturna, la recuperación física o la recuperación mental. Es decir, algoritmos que pueden ser fiables o, como hemos visto en el algoritmo de sueño, no serlo tanto.
Hay otros factores que sí se miden de forma directa como ritmo cardíaco en reposo, variabilidad de frecuencia cardíaca o temperatura de la piel.
¿Dónde quiero ir con esto? Pues a decirte que tampoco confíes demasiado en estas métricas, pues están basadas en algoritmos de los que no tenemos ningún tipo de validación científica. Pero no es algo exclusivo del Amazfit, es para todos los fabricantes que utilicen este tipo de métricas no asociadas a una medición real.
Pasando a lo que es deporte puro, en el Amazfit T-Rex 3 encontramos hasta 177 perfiles de deporte diferentes. No incluyen funciones específicas, es más un tema de categorización de esos deportes. Por supuesto están los sospechosos habituales como todo lo que refiere a carrera, ciclismo, natación e incluso multideporte como triatlón.
Pero hay perfiles interesantes como Hyrox o buceo en apnea. Y es que el T-Rex 3 puede medir inmersiones hasta 45m de profundidad. Pero no es un reloj de buceo ni tiene certificaciones para ello, simplemente es para uso recreativo. Te puede mostrar profundidad actual y máxima, dirección gracias a la brújula y podemos configurar las páginas de datos.
Si nos vamos a actividades especificamente de carrera tenemos los valores habituales como ritmo, distancia o frecuencia cardíaca. Pero también otros más avanzados como potencia, cadencia, longitud de zancada o datos de efecto de entrenamiento.
En métricas de entrenamiento el Amazfit es realmente completo. Muestra la carga de entrenamiento, el tiempo de recuperación y la estimación de VO2Max. En mi caso me muestra un VO2Max de 48, por debajo de lo obtenido en mi reciente prueba de esfuerzo.
El T-Rex 3 también ofrece la posibilidad de transmitir los datos del sensor de pulso óptico a un dispositivo externo a través de Bluetooth (por ejemplo, un ciclocomputador o una máquina de gimnasio). Lo hace a través de una de las aplicaciones disponibles en el menú: «Pulsómetro».
Esta aplicación viene preinstalada, lo cual me da pie a decirte que también hay una tienda de aplicaciones, aunque si te digo la verdad tampoco he encontrado nada interesante.
La navegación de rutas merece un capítulo aparte. Es un claro ejemplo de todo lo que rodea a este reloj: una lista de funciones muy extensa, con muy buenas ideas pero en ocasiones una ejecución que te deja un poco fuera de juego.
Empezaré por la descarga de mapas. En este punto hay que darles un 10 a la gente de Amazfit. No tenemos por qué descargarnos el mapa de todo el continente, ni del país ni siquiera de la comunidad o provincia. Puedes seleccionar un recuadro pequeño y descargar sólo ese trozo. Puede ser ligeramente más grande o ligeramente más pequeño, como te plazca.
Al ser fragmentos tan pequeños la descarga es muy rápida, y es la solución ideal para cuando te vas de viaje y quieres hacer rutas en un punto muy concreto.
Pero esto es prácticamente lo único positivo de la navegación del Amazfit T-Rex 3. No es que lo demás sea horrible, pero sí tenemos muchas cosas que Amazfit debería revisar. Empezando por la forma en la que tenemos que cargar rutas, ya que Zepp App no dispone de ningún diseñador integrado.
Podemos cargar rutas de GPX, pero hay que mandarlas al teléfono y después compartirlas para poderlas abrir con la aplicación Zepp, y eso la añadirá a la sección de Mis Rutas desde donde podrás sincronizarla al reloj. Suena complicado… porque lo es.
Con la única aplicación de rutas que es compatible actualmente es con Komoot, y la descarga también es bastante rocambolesca. Hay que dirigirse a tu perfil dentro de la app, a las aplicaciones de terceros, entrar en Komoot y después en importar rutas. Aquí encontrarás todas las que tienes disponibles, hay que guardar la que quieras y después volver a seleccionar para enviarla al reloj.
Es como si le hubiesen encargado hacer la integración a la persona del equipo que no hace deporte y nunca va a utilizar la función, porque no es nada intuitivo.
Bueno, ya tenemos los mapas y las rutas en el reloj, ya podemos comenzar a navegar. Volvemos a tener algunas luces, pero también vendrán acompañadas de otras sombras.
Al cargar la ruta tendremos información previa del ascenso total de la ruta.
Ademas hay una función tipo ClimbPro que nos separa, subida a subida, todos los esfuerzos que tenemos por delante.
Hay más cosas buenas, como nombres en algunas calles o lugares, algo de lo que carecen por ejemplo los mapas de Suunto, COROS o Polar. Sin embargo hay otras omisiones clamorosas, como por ejemplo no marcar el mar. Y es que a pesar de vivir junto a la playa, hay que imaginarse dónde está el mar por donde terminan los ríos o deja de haber calles y caminos.
Sin embargo, los lagos y ríos sí aparecen sin problema.
En cuanto a la navegación propia de la ruta tenemos las funciones habituales. Indicación de distancia al próximo giro, aviso del giro metros antes de llegar y cuando ya tenemos que tomar la bifurcación.
Y si nos salimos de la ruta, también nos avisará.
Nuevamente se aprecia cómo hay cosas que están metidas con calzador, sin ninguna finura y que parece más un intento de meter la función con calzador que tener algo útil.
La parte buena es que la funcionalidad básica está ahí, y es incluso bastante completa en cuanto a todas las posibilidades que ofrece. Ya sólo queda que busquen a algún desarrollador que haga trail de forma regular y pueda darse cuenta de esas incomodidades presentes para que pueda pulirlas. La base está hecha, sólo es necesario que alguien reordene ideas.
GPS y sensor de pulso óptico
En mi afán por recortar esta sección lo máximo posible te daré unas simples pinceladas y más abajo te dejaré algunos ejemplos de comparativas. Afortunadamente cada vez es menos necesaria porque tanto recepción de satélites como sensor óptico ya son prácticamente igual de fiables en todas las marcas. Eso sí, como siempre hago te explico mi metodología.
Tanto las pruebas de recepción de satélite como del sensor de pulso óptico las hago siempre de la misma manera: con los relojes acompañándome en mis entrenamientos habituales. Llevando tanto el Amazfit T-Rex 3 como otros modelos, y comprobando dónde aparecen los problemas.
No hay ninguna ruta definida para establecer una puntuación por el sencillo motivo que hay otros factores externos que no debemos de olvidar. Nubes, hojas de los árboles o simplemente la posición del satélite pueden alterar los resultados de recepción de un día para otro.
Es por este motivo por el que prefiero hacer este tipo de comparativas en lugar de tener un recorrido predefinido y valorarlo a partir de este.
El Amazfit T-Rex 3 dispone de varios modos de configuración para recepción de satélite. Desde un modo de precisión con todo activado (doble banda y todos los satélites), modo de ahorro de energía para maximizar la batería o un modo automático similar al de Garmin, dejando que sea el reloj el que decida lo que necesita en cualquier momento. Incluso un modo de configuración manual en el que eres tú el que selecciona lo que prefiera. Muy completo.
Yo he usado el reloj siempre en el modo precisión con doble banda, al igual que en los otros relojes durante las pruebas. Con un resultado siempre muy bueno, como puedes ver en los ejemplos.
El sensor de pulso óptico cuenta sólo con dos LEDs de color verde, junto con los propios sensores. No parece mucho pero la verdad es que el rendimiento es bueno y está lleno de funciones: estimación de saturación de oxígeno en sangre, medición de variabilidad de frecuencia cardíaca, tasa de respiración o temperatura de la piel. Eso sí, no tiene ECG.
No he tenido ningún problema con el sensor de pulso óptico del Amazfit T-Rex 3. Al menos en carrera, ya sabéis que en ciclismo (en exterior) no hay sensores ópticos de sean totalmente fiables y en esos casos siempre es recomendable usar un sensor externo. Por suerte, el T-Rex 3 es compatible con cualquier sensor a través de Bluetooth.
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Opinión Amazfit T-Rex 3
El Amazfit T-Rex 3 es un reloj deportivo que indudablemente llama la atención. Por su estética diferente a todos los demás (quizá demasiado llamativa, eso va a gustos), su enorme pantalla o todo lo que promete ofrecer a un precio rompedor. Pero a cualquiera que esté interesado en un reloj de este tipo siempre le queda la misma duda: ¿es comparable a un Garmin, Suunto o COROS?
La respuesta es «depende». No es por darte una contestación «a la gallega», es que todo depende de qué es lo que estás buscando en un reloj de este tipo.
Si te quedas sólo en la superficie y miras la lista de funciones y todo lo que promete podemos incluso decir que está muy cerca de todo un Garmin Fenix 8 a una fracción de su precio, pero cuando rascamos un poco en la superficie podemos ver cosas que deben mejorar.
Estoy seguro que Amazfit cuenta con muchos, muchísimos desarrolladores. Son capaces de producir software a una velocidad vertiginosa, mucho más rápido que cualquiera de las otras marcas que he comentado anteriormente (y no digamos Polar…). Pero tengo la sensación que hay muy pocos que verdaderamente utilicen sus productos para lo que están diseñados. Esos desarrolladores no son corredores.
Hay cosas que funcionan muy bien: recepción de satélites, sensor de pulso óptico, sincronización con la aplicación, funcionamiento fluido y todo ello con una muy buena autonomía.
Pero hay otras que se han añadido, por decirlo de una forma, por cumplir con el expediente. Los mapas y la navegación es el claro ejemplo. Amazfit tiene cosas que incluso otros no tienen (una alternativa a ClimbPro por ejemplo no ha llegado aún a COROS o Polar), pero la forma que tiene de cargar rutas o el hecho de ignorar totalmente la visualización del mar en los mapas es flagrante.
Tengo la misma sensación con ciertos algoritmos, parece que han sido añadidos para cubrir el expediente y no tienen mucha base científica como para hacerles caso.
Pero volvemos al «depende». Si no haces caso de ninguno de estos algoritmos, no te importa demasiado la navegación de rutas o cómo está estructurada y lo único que quieres es un reloj perfectamente capaz a un precio inferior al de la competencia no puedo más que recomendarte este T-Rex 3.
Amazfit es una marca que sigue creciendo en el segmento y con el paso que llevan pueden terminar dando alguna sorpresa a las marcas tradicionales. Aunque tienen una asignatura pendiente: las actualizaciones. Aún no hemos visto un reloj de la marca que haya estado recibiendo actualizaciones, novedades o nuevas funciones a lo largo de su vida comercial. Simplemente han sacado modelos nuevos de forma constante, dejando un poco colgados a sus anteriores propietarios. Pero si lo que ofrece hoy el Amazfit T-Rex 3 te satisface… ¿es realmente un problema?
En cualquier caso es una marca que legítimamente merece que se le eche un vistazo y que estemos pendiente de ella, ese movimiento que hicieron con el fichaje de Kiptum es un claro ejemplo de cuáles son sus intenciones. Y el T-Rex 3 en concreto, si cumple con lo que necesitas, es un reloj totalmente recomendable.
¡Gracias por leer!
Excellent comprehensive and concise review as always. Thank you Eduardo.
Thanks, Gene
Hola, con respecto a «la única aplicación de rutas que es compatible actualmente es con Komoot, y la descarga también es bastante rocambolesca»» con mi t-rex2, utilizo desde mi telefono el sitio web onthegomap, y en unos segundos tengo mi ruta en mi reloj.
Muy facil y sencillo, funciona con todos los sitios del mundo.
Pascal