Apple Watch Series 2 | Análisis completo y rendimiento en deporte y fitness

Apple presentó su primera versión del Apple Watch en septiembre de 2014. Dos años después, el nuevo Series 2 conserva la misma esencia de la primera edición pero cubre los detalles que algunos echábamos de menos en el modelo original. Al menos, los aspectos más deportistas queríamos ver en el modelo de Apple.

Dichos aspectos son el receptor GPS y la certificación real de ser sumergible hasta 50m (la primera versión sólo es resistente a salpicaduras). Junto con la resistencia al agua se añade además la posibilidad de usarlo en natación.

Si eres habitual a la página sabrás cómo son las pruebas que realizo. Pero si llegas por primera vez atraído por el nuevo Apple Watch, debes saber que habitualmente cubro con el máximo detalle todo lo que concierne al uso deportivo de estos dispositivos. No me olvidaré de hablar de su uso general, de su construcción y del uso diario del nuevo S2, incluyendo su monitor de actividad; pero si lo que buscas es entrar en detalle en cada una de las funciones del reloj y de sus aplicaciones, no lo encontrarás en esta prueba.

El motivo es sencillo. Hay miles de webs ahí fuera que lo harán. Algunas de ellas también realizarán un trabajo sobresaliente. Pero del mismo modo, estoy seguro que ninguna de esas páginas tratará con el mismo detalle que encontrarás aquí las funciones deportivas del Apple Watch. Del rendimiento de su GPS, de la calidad de su sensor de pulso óptico, de su funcionamiento nadando en piscina o aguas abiertas, o de un uso en entrenamientos que vayan más allá de una carrera por el parque.

Algo que los más frecuentes de la página también conocen es que siempre me gusta aclarar la procedencia de los dispositivos que analizo. Algunos son prestados (los cuales siempre son devueltos a su respectivo fabricante, creo que aún no he mandado ningún reloj de Garmin a Suunto… pero dame tiempo), pero en este caso el Apple Watch ha sido adquirido por mi para la ocasión. Haciéndolo del mismo modo que lo haría cualquier otro, esperando pacientemente a que se abriese el proceso de compra y depositando los 479€ que piden por la versión de 42mm.

Y una vez aclarados todos los detalles, ¡entremos en materia!

Desempaquetado

Acostumbrado a cajas cuadradas y con imágenes del producto que contiene en su interior, el desempaquetado del Apple Watch Series 2 es un soplo de aire fresco. Esta vez la caja es alargada y lo que hay en su interior bien podría tratarse de un buen vino.

Desgraciadamente, cuando abres la caja te darás cuenta que no hay vino en su interior, así que puedes ir guardando las copas. En su lugar te encuentras con un reloj y una serie de divisiones en donde podrás encontrar todos sus accesorios. Piensa en las divisiones que tiene como si fuese un centro comercial.

• Planta baja: cargador USB y cable de carga (carga inalámbrica que se fija al reloj de forma magnética)
• Primera planta: pequeña guía de consejos iniciales
• Segunda planta: Apple Watch Series 2
• Ático: Caja de Apple Watch

Bien, saquemos el Apple Watch series 2 de la caja de vino y vamos a darle un vistazo general. Estéticamente no podrás diferenciarlo de la primera versión, todo permanece invariable. Miento, ahora tiene 1mm más de grosor, pero es inapreciable.

En este caso, yo compré la versión «Apple Watch Series 2 con caja de 42 mm de aluminio en oro y correa de nailon trenzado café/caramelo». Al menos es así como lo vende Apple. Si me preguntas yo te diría que es un Apple Watch dorado.

Acostumbrado a los monstruos que habitualmente residen en mi muñeca, lo cierto es que esos 42mm del Apple Watch se hacen escasos. La sensación en la muñeca es que es un reloj pequeño, y de hecho agradecería que fuera de mayor tamaño. No sólo por un motivo puramente estético, sino porque ese aumento de tamaño estaría acompañado de mayor superficie de pantalla y mayor autonomía. Aunque seguro que si tu muñeca es más estrecha que la mía tu opinión será diferente.

En la parte inferior puedes encontrar el sensor de pulso óptico, que continúa siendo igual a su primera versión. Pero en la inscripción alrededor de éste sí podemos ver las diferencias del Series 2: receptor GPS y resistencia al agua hasta 50 metros.

El control del reloj es también idéntico a la primera edición, con la pantalla táctil y un botón en el lateral derecho, junto con la corona de selección.

Pero el lado contrario sí cambia. Ahora hay un segundo agujero junto al del micrófono. Detrás hay un altímetro barométrico, aunque por el momento no está habilitado a nivel de software. Seguramente se usará más adelante para contabilizar los pisos subidos o los metros positivos acumulados durante un entrenamiento.

El sistema de cambio de correa es idéntico. Fáciles de retirar y posibilidad para sustituirlas por cualquier correa compatible para cambiar la estética de tu reloj en cuestión de segundos.

La calidad de la pantalla y su contraste es, simplemente, impresionante.

La carga es inalámbrica, lo que quiere decir que no hay contacto físico entre el cargador y el reloj. No hay que conectar cables ni tiene pines de conexión en la parte inferior. Por tanto es la mejor opción de cara a sellar el reloj completamente contra los elementos. Se basa en el estándar Qi, pero no es compatible con cualquier cargador. Exclusivamente cargadores de Apple, como ya te podías imaginar por otra parte.

La pega de este sistema de carga es que es algo más lento que si hubiese conexión directa y además genera calor, cosa que notarás perfectamente si te pones el reloj inmediatamente después de terminar de cargarlo.

La base es magnética, por lo que no hay que hacer pruebas de ningún tipo para que comience a cargar. Un imán se ocupará de que todo esté ubicado en su lugar. Eso sí, la unión no es muy fuerte, por lo que es fácil que se desconecte.

¿Qué te parece si repasamos el Apple Watch a nivel general antes de entrar en la parte más deportiva del mismo? Siéntate, ponte cómodo y vamos a ello.

Apple Watch Series 2, el reloj inteligente

El nuevo Apple Watch Series 2 es un reloj brillante. No sólo porque es un producto bien rematado (tanto a nivel de hardware como de software), sino porque cuenta con una pantalla impresionante. Muy, muy brillante.

La tecnología utilizada es OLED, por lo que el contraste y viveza de colores que ofrece es digno de mención. Y continúa disponiendo de la tecnología Force Touch, capaz de interpretar distintos tipos de pulsaciones sobre ella.

Pero esto ya era así en la primera edición del reloj. La novedad que aporta la pantalla es su brillo: algo más del doble que la del primer modelo, llegando a los 100 nits. La nueva pantalla es fácil de leer en cualquier situación, incluso en los días más soleados es posible ver todos los detalles de la pantalla con la misma calidad gráfica, pues la regulación del brillo es automática.

La función principal del reloj continúa siendo la misma: mostrar en el reloj las notificaciones que recibes en tu iPhone. La integración con ellas es muy limpia. Si llega un mensaje y tienes el teléfono en el bolsillo, no suenan ambos dispositivos, sólo el reloj te avisará.

Así mismo, si estás utilizando el teléfono cuando recibes esa notificación, aparecerá en la pantalla del smartphone acompañado del sonido correspondiente, pero el reloj permanecerá en silencio.

Además es posible estar alejado del teléfono y continuar recibiendo notificaciones (e interactuar con ellas). Eso sí, siempre que estemos en la misma red WiFi. Esto es posible gracias a la función Continuity de Apple. Por poner un ejemplo, con el Apple Watch puedo ir a «la cueva del sufrimiento» a hacer rodillo en la bicicleta dejando el teléfono en casa (tres pisos por encima) y seguir recibiendo las mismas notificaciones. Evidentemente el reloj está fuera del alcance de Bluetooth, pero ambos continúan comunicados al estar conectados en la misma red. Y esto incluye no sólo notificaciones o mensajes, también podrás contestar llamadas desde el reloj.

Por supuesto también hay multitud de aplicaciones de productividad, pero es un terreno que personalmente lo encuentro menos interesante, salvo para casos muy específicos. Al final la funcionalidad de cada app en particular reside en el trabajo que haya realizado cada desarrollador, pero hay muchas que lo único que llegan a ofrecer son notificaciones grandilocuentes, pero en cuanto intentas interactuar con ellas te remite a continuar en el teléfono.

Pero es algo en lo que se está trabajando y que sin duda irá mejorando con el tiempo, sobre todo en el control por voz. Por ejemplo a día de hoy es posible contestar un mensaje de WhatsApp con la voz, pero no es posible iniciar una conversación con «Oye Siri, envía un WhatsApp a fulanito». La respuesta de Siri será que continúes en el teléfono.

Para poder disponer de esta función son los desarrolladores de WhatsApp los que deben implementarla. La posibilidad está ahí, pero tiene que haber una extensión de la aplicación instalada en el reloj (que a día de hoy no está presente). Éste es sólo un ejemplo de las oportunidades perdidas que de momento están presentes en el Apple Watch. Y no hay que olvidar que Apple lo único que puede hacer es proveer una plataforma que permita realizar aplicaciones útiles, pero luego es tarea de los desarrolladores el hacerlo efectivo.

Evidentemente todas estas notificaciones, incluso las más escuetas en cuanto a funcionalidad, son las más completas de cuantos relojes puedes conectar con iOS. El Apple Watch no es el único dispositivo que recibe notificaciones del iPhone. Polar, Suunto, Garmin, Fitbit… todos estos fabricantes cuentan con esa posibilidad; pero ninguno lo hará de forma inteligente.

No sólo por las posibilidades de respuesta a estas notificaciones, sino también por la doble notificación (sea cual sea la circunstancia, te notificará el reloj y te notificará el teléfono). Y no tienes que ver la notificación en ese preciso instante, el Apple Watch es suficientemente inteligente para que si esperas unos segundos para levantar la muñeca, mostrarlo en pantalla. O dejártelas guardadas para consultarlas más adelante, pudiendo borrarlas a medida que las vayas descartando. Si borras la notificación en el reloj, desaparecerá también en el iPhone.

En comparación, por ejemplo en Suunto ya puedes ser rápido en levantar la muñeca para revisar qué es lo que has recibido, porque después de un (corto) espacio de tiempo la notificación desaparecerá. Para siempre. Al menos en el reloj, ya que sólo se mostrará en el teléfono.

La interacción que puedas hacer con cada aplicación dependerá también  de tu uso particular. No hay dos personas iguales, y lo que para mi puede ser primordial a ti puede parecerte superfluo. Personalmente no soy muy aficionado al uso de aplicaciones concretas, pero sí hago mucho uso de las notificaciones que permitan interactuar con ellas. Y no sólo contestar correos o mensajes, sino también eliminar o archivar correos.

Monitor de actividad

Como dispositivo de entrenamiento y refiriéndonos a sus posibilidades deportivas, es el monitor de actividad lo que más destaca, así que consecuentemente es lo primero en lo que me quiero detener. Ya lo hacía en la primera versión del Apple Watch, por lo que en esta nueva versión no iba a ser menos.

En el Apple Watch el monitor de actividad se aleja del concepto tradicional, en lo que lo importante son la cantidad de pasos que damos a lo largo del día: dependiendo de cuántos pasos caminemos, así será nuestra actividad.

La aproximación que hace Apple es algo diferente. Sí, también cuenta pasos y estima distancias, pero sigue tu actividad en tres conceptos diferentes: movimiento, ejercicio y tiempo de pie.

Esos son los tres círculos de objetivo que debes cumplir. El primero, en color rojo, se irá completando con respecto a un número determinado de calorías consumidas que seleccionas en la configuración inicial, pero que puedes modificar a tu gusto más adelante. Estas calorías corresponden a toda tu actividad, es decir tanto paseos como actividades de deporte.

El segundo círculo es el que corresponde al tiempo de pie, representado en color azul. El objetivo a cumplir es ponerte de pie en cada hora, al menos 12 horas al día. Y si no lo haces, a falta de 10 minutos te avisará para que lo hagas. Es algo diferente al clásico aviso de moverte que usan otros fabricantes, en los que deberás andar unos 200m para eliminar dicho aviso.

Por último, el círculo amarillo (o verde, ya sabéis que los hombres tenemos ciertos problemas con los colores) es el de ejercicio. Si los dos anteriores están bastante claros, este es algo más difuso. Y es que además de incluir los minutos propios de un entrenamiento, hay minutos que se añaden de una forma no específica. Supongo que contabilizará paseos de más de una duración determinada o a un ritmo más alto. Por ejemplo hoy llevo 64 minutos de ejercicio, cuando simplemente he hecho un entrenamiento de natación de poco más de 30 minutos. Eso sí, al gimnasio he ido andando, por lo que será ese desplazamiento lo que está contabilizando.

Todo esto es accesible directamente en el reloj de una forma bastante genérica. En cualquier momento puedes consultar cuánto te queda para conseguir cerrar cada uno de los círculos.

El objetivo es conseguir cerrar los tres anillos, lo que significa que habrás tenido un día de alta actividad.

También es posible revisar gráficas por hora, para ver cuándo has estado más activo a lo largo del día.

Y por supuesto, pasos y distancia total recorrida.

Pero donde más información encontrarás es en tu smartphone, pues es donde se sincroniza toda esta información.

Esa sería la vista diaria. Pero puedes acceder a un calendario donde podrás ver de forma rápida los círculos para cada uno de los días y ver cuándo has estado más o menos activo a lo largo de la semana.

También hay premios cuando alcanzas determinados objetivos de actividad.

Y es en esta misma aplicación donde encontrarás todos los datos de los entrenamientos que realices.

Como puedes ver, hay otras aplicaciones que también pueden suministrar información (en esa captura puedes ver como Garmin Connect y Strava ha incluido entrenamientos). Esta sincronización no se hace con la aplicación de Actividad (que es la versión más simple y de la que he estado tratando hasta ahora), sino que la aplicación de Salud la que facilita todos esos datos de otras aplicaciones, haciendo su función de puente entre las mismas.

Y es que Salud es un animal totalmente distinto. Si Actividad está enfocada a la simplicidad, la aplicación de Salud es todo lo contrario. Se convierte en una base de datos mucho más completa donde no sólo el Apple Watch introducirá información, también otras aplicaciones que tengas configuradas en tu smartphone.

Aquí hay información que se repite, como por ejemplo todos los datos de actividad que también se pueden consultar desde aquí.

Pero también hay datos exclusivos que sólo podrás consultar en esta aplicación. Bien los propios del Apple Watch (como datos de frecuencia cardíaca) como los sincronizados por otras plataformas (por ejemplo, análisis de sueño que viene de la sincronización con Garmin).

Te habrás percatado que de momento los datos del sensor de pulso óptico (del que ya hablaré más adelante en su sección correspondiente) no han aparecido por ninguna parte, ¿verdad? Efectivamente, es aquí donde lo encontrarás, bajo el menú de «Constantes vitales».

Como digo, más adelante entraré en mayor detalle en el sensor de pulso óptico, su funcionamiento en reposo y en actividad, y qué es lo que le diferencia y en que es igual a otros modelos disponibles en el mercado.

Por último, destacar que toda la información que descargues desde el Apple Watch a tu teléfono vive exclusivamente ahí. No es posible consultarlo en ningún otro lugar ni están disponibles en iCloud en ningún lugar. Si en algún momento tienes que restablecer tu teléfono, asegúrate de hacer copia de seguridad de todos los datos o de los datos de salud. Porque, repito, todos los datos de entrenamiento, salud, etc. residen exclusivamente en tu iPhone, eliminándose si no realizas la copia.

Aplicaciones de fitness y otras consideraciones

Antes de comenzar a hablar del uso del Apple Watch en los diferentes deportes debo aclarar que me voy a centrar única y exclusivamente en la aplicación de Apple, la propia que viene integrada en el reloj. Y lo haré así por tres motivos muy específicos:

1. El primero y más importante es que, a día de publicar esta prueba, no hay ni una sola aplicación que se beneficie del uso del GPS interno del reloj. Los desarrolladores han tenido muy poco tiempo disponible con el Apple Watch Series 2 (probablemente, poco más del que yo he tenido) por lo que a pesar de tener disponible acceso a la API aún están trabajando en ello.
   En este momento aplicaciones como Strava se pueden usar sin ningún problema, pero los datos de GPS vendrán del teléfono (que deberás llevar encima). Hay que esperar a que Strava y otros desarrolladores actualicen sus aplicaciones para dar soporte al GPS.
2. Si tuviese que analizar todas y cada una de las aplicaciones disponibles para el Apple Watch lo mejor que podría hacer es hacerme ermitaño e irme a vivir apartado de la civilización. Sería un trabajo en el que sabes cuándo empiezas, pero no cuándo terminas. Y éste artículo no podría publicarse nunca.
3. Habrá muchas aplicaciones en el futuro que den soporte al GPS, no tengo ninguna duda. Algunos instalarán unas, otros otras diferentes. Pero de lo que estoy seguro es que todos vosotros tendréis la aplicación de Apple en el reloj, y será la más utilizada por el usuario medio.

Entremos en faena.

Corriendo con el Apple Watch Series 2

Salir a correr con la nueva versión del Apple Watch es casi igual a como lo hacías con el modelo original. Al menos, en el aspecto del software (lo que ves en pantalla). Pero evidentemente uno de los cambios más importantes en este Series 2 es que ahora el reloj dispone de GPS interno, por lo que ya no es necesario que salgas a correr cargando con el teléfono.

Es ahora el propio reloj el que, gracias al GPS, podrá calcular ritmos y distancias de forma bastante más precisa a como lo hacía el primer modelo, que usaba el acelerómetro interno para estimar distancias o dependía de la conexión con el iPhone.

Pero como digo, el software y lo que ves en pantalla apenas ha cambiado. Empezarás por abrir la aplicación de deporte y seleccionar la actividad a realizar. En este caso, correr.

Podemos correr con respecto a un objetivo. Éstos incluyen un número determinado de calorías, duración o distancia. Cada uno de ellos te indicará cuál es el registro máximo alcanzado hasta ese momento para motivarte a ir un poquito más allá. Hay un cuarto modo, entrenamiento libre, que simplemente es salir a correr hasta que estimes que has terminado o hasta que ya no puedas más, lo que antes llegue.

No hay otros modos presentes, como entrenamiento de intervalos. Para ello habría que buscar alguna aplicación que lo permita, aunque a día de hoy aún no hay ninguna que soporte el GPS interno.

Una vez seleccionado el modo, simplemente pulsarás en empezar y comenzará una cuenta atrás (que personalmente odio). Si quieres saltarla sólo debes pulsar la pantalla y comenzarás automáticamente la actividad.

Es en este momento cuando el reloj empieza a buscar satélites GPS (no antes, como es habitual).

Las opciones de visualización de pantalla han recibido una nueva posibilidad. Es posible ver un dato en la parte inferior de la pantalla y alternarlo girando la corona, como hasta ahora.

La segunda opción es nueva en Watch OS3.0. Puedes tener una sola pantalla con múltiples datos, y seleccionar qué campos son los que se mostrarán.

Esta configuración la hacemos desde la aplicación del teléfono. Tanto elegir cuál de las dos opciones quieres mostrar como el orden de los mismos.

Es posible marcar vueltas de forma manual. Para ello simplemente tendrás que tocar dos veces en la pantalla y crearás una vuelta manual. En el reloj podrás ver duración de esa vuelta junto con la distancia y el ritmo medio del intervalo. En el resumen del entrenamiento también podrás ver esos detalles.

Por defecto, el reloj te avisará cada vez que completes un kilómetro para que puedas consultar el ritmo que has llevado.

El análisis que puedes hacer del entrenamiento es bastante básico, y sólo en la pantalla del teléfono. Los datos de actividad no se sincronizan con ningún otro sitio, ni es posible analizar actividades en el ordenador.

Lo peor de todo es que no hay posibilidad de tener un archivo de actividad ni de sincronizarlo con ningún servicio externo (sea Strava, Training Peaks o lo que sea). Es decir, la actividad quedará «secuestrada» por Apple sin posibilidad de llevártela a ningún otro lugar.

En bici con el Apple Watch Series 2

Usar el Apple Watch para entrenar ciclismo es bastante similar a como lo harías para correr. Todo es exactamente igual en cuanto a configuración y posibilidades de mostrar la información en pantalla.

Pero hay un pequeño detalle a tener en cuenta. La pantalla del Apple Watch no permanece siempre encendida.

Y es que si uno de los puntos positivos de este reloj es precisamente su magnífica pantalla, con una calidad incuestionable; también es su principal problema. Y es que si estuviese siempre encendida la batería duraría un suspiro.

Hay dos formas de encenderla. Girando la muñeca o tocando la pantalla. La primera y la más directa siempre es levantar la muñeca y girarla como si fueses a mirar la hora. Medio segundo después de realizar este gesto la pantalla se encenderá mostrando todos los detalles del entrenamiento. Es un gesto bastante natural mientras estás de pie, andando o incluso corriendo. Pero no cuando estás encima de la bici.

Cuando se trata de girar la muñeca mientras tienes las manos en el manillar no es fácil que el Apple Watch comprenda el giro de muñeca, porque el punto de partida no es el mismo. No se levanta tanto la mano y por tanto la mitad de las veces tras realizar el gesto la pantalla no se enciende. Te encontrarás mirando una pantalla negra esperando que se encienda. Incluso aunque exageres el gesto a continuación con un doble giro de muñeca.

La siguiente opción es tocar la pantalla, pero es una operación que puede incluir tener que quitar las dos manos del manillar, por lo que obviamente queda descartado.

Si vas a usar el reloj para clases de spinning o entrenamiento en interior no tendrás ningún problema, puedes soltar la mano del manillar despreocupadamente. Puede que para una salida tranquila tampoco sea un problema el forzar el giro de muñeca. Pero lo verdaderamente incómodo es que tienes que hacerlo todas y cada una de las veces que quieras consultar algún detalle como la velocidad a la que circulas o la distancia que llevas recorrida.

En definitiva, que para montar asiduamente en bicicleta encuentro que hay mejores opciones que el Apple Watch, tanto para llevar en la muñeca como para colocar en el manillar.

Natación y Apple Watch Series 2

Además del receptor GPS la otra gran novedad presente en la segunda versión del Apple Watch es que ahora es sumergible. Gracias a esto el Series 2 incluye perfiles de natación para piscina y para aguas abiertas (haciendo uso del GPS).

El nuevo modelo no sólo añade la capacidad de ser resistente a la inmersión hasta 50 metros, sino que también dispone de un sistema para extraer el agua que queda dentro del conducto del altavoz.

Cuando utilizas el reloj en natación, el conducto utilizado para emitir sonido quedará inundado. Por tanto, cuando el altavoz necesita desplazar el aire para producir sonido llegan los problemas, ya que ese espacio estará ocupado por agua.

Al desbloquear la pantalla, el altavoz emitirá unas vibraciones para explusar el agua de esa cavidad. ¿Quieres verlo en acción? Ya sabes que te cuido bien y me gusta mostrártelo todo.

No siempre sale todo el agua, en ocasiones algo queda dentro del habitáculo y el sonido se mantiene algo raro durante unas horas, pero terminará secando y volviendo a la normalidad.

Apple Watch S2. Natación en piscina

Cuando seleccionas el modo de natación en piscina lo primero que debes hacer es indicar cuál es la longitud de cada largo. A diferencia de otros relojes en los que la distancia viene predeterminada a las típicas (aunque en ocasiones te dejen seleccionar manualmente) en el reloj de Apple puedes seleccionar la distancia manualmente, metro a metro. Por tanto es ideal si además de nadar en la piscina habitual del gimnasio (que suelen ser de 25 o 50 metros) nadas en la piscina de casa, del hotel, o incluso en la bañera, porque la distancia puede ser de hasta un metro.

Y hacia arriba puedes añadir metros y más metros, por lo que te permitiría ir a realizar largos a la piscina de San Alfonso del Mar sin ningún problema.

Pero vamos a lo importante. Al igual que en el modo de carrera, puedes seleccionar varios objetivos para tu sesión de natación: calorías, duración, distancia en metros o entrenamiento libre. Te sonará del entrenamiento de carrera.

En el modo de natación la pantalla permanece bloqueada, ya que el táctil deja de funcionar en contacto con el agua. Y no sólo la pantalla, también ambos botones. Para volver a recuperar el control simplemente tendrás que girar la corona.

De nuevo disponemos de una sola pantalla de datos. En ella podrás ver tiempo, calorías, número de largos y distancia total recorrida. Aunque recuerda que puedes modificar estos campos desde el teléfono.

Tu único cometido será nadar, nadar y seguir nadando. Una vez que hayas terminado deberás desbloquear la pantalla girando la corona. En ese mismo procedimiento el altavoz expulsará el agua que quede dentro del conducto de sonido como has visto antes. Desplazando la pantalla a la derecha podrás pausar el entrenamiento o finalizarlo.

Mientras estás nadando el sensor de pulso estará en funcionamiento, registrando tus datos de frecuencia cardíaca. Es el primer fabricante en atreverse a hacerlo con un sensor de pulso óptico, pero lo hace porque en el análisis de la actividad no habrá gráfica. Pero sí usa los datos de FC para el cálculo de calorías consumidas, lo cual es un detalle a tener en cuenta.

Eso sí, con alguna aplicación podemos acceder a esos archivos y ver los datos grabados (Health Graph) y comprobar qué es lo que registra el sensor.

Los resultados son los que me esperaba. No siempre muestra datos con precisión, pero cuando lo hace son datos lógicos. No hay más que ver cómo en la primera de las series la muestra ha sido incorrecta. Pero en el resto de intervalos la gráfica tiene bastante sentido y se corresponde con los distintos ejercicios que estaba realizando en esa sesión.

Cuando termines de entrenar accederás a la pantalla de final de actividad donde podrás revisar todos los datos genéricos de tu entrenamiento. Revísalos bien, porque a esa pantalla no podrás volver a acceder y si quieres volver a consultar los detalles tendrás que esperar a sincronizar el reloj con el teléfono.

En los distintos entrenamientos de piscina que he estado realizando con el Apple Watch, siempre me ha marcado los largos correctamente, sin añadir largos que no he realizado o recortando en alguno de ellos. Incluso mejor que otros relojes con los que he ido comparando en las mediciones (distintos modelos de Garmin y Suunto).

Claro que en este caso el Apple Watch iba en la mano izquierda mientras que los relojes con los que comparaba en la derecha, lugar no habitual en mi caso para llevarlos. No olvidemos que los relojes van aprendiendo tus movimientos por lo que ese cambio de muñeca puede afectar a la medición de los relojes «de control».

Llegados al momento del análisis es cuando volvemos a tropezar con la misma piedra. Y es que realizar un análisis mínimamente serio es imposible. Y como el archivo TCX de la actividad está secuestrado y no se puede sincronizar con ningún servicio… nos quedamos «a oscuras».

Los datos que presenta son los genéricos de la actividad, sin entrar en mucho detalle.

Tampoco es capaz de identificar el estilo de nado ni cómo se han producido los intervalos. Es decir, que a nivel analítico, la información que presenta sirve para bastante poco. Sólo presenta tiempos por cada 100m. Aunque pongas el entrenamiento en pausa tampoco lo tendrá en cuenta en el dato final.

Por tanto en cuanto hagas un periodo de descanso todo tu ritmo medio no sólo de ese fragmento del entrenamiento, sino del de toda la actividad, quedará descolocado de tus datos reales.

En el ejemplo anterior, en los periodos de los 500m y 600m estaba realizando intervalos a 1:20/100m, mezclados con descansos nadando a espalda. Pues es imposible saber a qué ritmo exacto he realizado esos intervalos por aparecer todo combinado. Y tampoco hay gráficas de ritmo que podamos consultar.

Apple Watch S2. Natación en aguas abiertas

Nadar en aguas abiertas es un animal totalmente distinto. Aquí se usa el GPS para registrar distancia (y en consecuencia ritmo), pero más importante que la recepción GPS es el algoritmo utilizado.

A diferencia de cuando estás en tierra firme,  aquí no recibes señal GPS constantemente. Cada vez que introduces la mano en el agua el reloj pierde señal de satélites. Así que el reloj sólo tiene recepción los escasos momentos que estás dando la brazada fuera del agua. En ese punto el reloj obtendrá un punto de localización (si le da tiempo) y volverá a perder la señal cuando vuelvas a introducir la mano en el agua.

Así que en un entrenamiento en el que des más de 1.000 brazadas, el reloj perderá señal y la volverá a recuperar en 1.000 ocasiones. Como puedes suponer, no es nada sencillo de gestionar. Habitualmente todos los relojes tienen problemas en este tipo de actividad. Y si en carrera tenemos una posible variación del dato real de un 1%-2%, en aguas abiertas un 20% entra dentro de lo razonable.

En el caso del Apple Watch Series 2, a pesar de que ahora mismo su GPS tiene un funcionamiento algo regular (lo veremos en su sección correspondiente) lo cierto es que nadando en aguas abiertas tiene un rendimiento bastante bueno.

Veamos datos de ejemplo de un entrenamiento. Lo primero a destacar es que esperé más de 5 minutos en la orilla antes de comenzar a nadar, para asegurarme que el reloj tenía buena señal GPS antes de entrar al agua (tanto el Apple Watch como los otros dispositivos que me acompañan). Ya sabes que en el caso del Apple la actividad empieza siempre de forma directa, independientemente que tenga señal o no. En carrera los primeros datos mostrados se obtienen a través del acelerómetro, pero en aguas abiertas como salgamos sin obtener señal dificilmente la conseguiremos mientras nadamos.

Junto al Apple Watch usé un Garmin Fenix 3 en la otra muñeca, además de un Garmin Forerunner 230 que llevaba bajo el gorro de natación permaneciendo siempre por encima del agua, por lo que nunca pierde la señal y será el que nos marque al final de la serie los datos más precisos con los que poder comparar.

En esta primera parada puedes ver que hay una pequeña diferencia en la medición: 29 metros de diferencia.

Vuelta a parar a mitad de camino con otra comprobación. El Apple Watch continúa marcando algo menos de distancia y la diferencia ha ido aumentando, pero sigue siendo escasa.

Última parada de control y la diferencia sigue aumentando. 102 metros más en el caso del Fenix 3. También hay que tener en cuenta que la muñeca en la que está colocado el reloj afecta a la medición, ya que el tiempo encima del agua varía ligeramente por la diferencia de brazada y el lado por el que respires.

Pero lo mejor es la confirmación final de todos los datos. Y aunque de nuevo no puedo extraer la ruta realizada con el Apple Watch para compararla en el mismo mapa con las otras dos, al menos sí puedes revisarlo comparando ambas imágenes. En primer lugar, la ruta trazada por el Apple Watch.

En este caso, las rutas de los distintos Garmin. En amarillo el Fenix 3 de la muñeca derecha y en azul el track marcado por el Forerunner 230 que llevaba bajo el gorro.

Puedes comprobar que los tres trazados son muy similares. El Fenix 3 tiene un par de puntos en los que se desvía ligeramente, mientras que el Apple Watch también tiene otro punto en el que pierde la señal y la vuelve a recuperar (marcado por una línea de puntos).

¿Y qué hay de las distancias medidas por cada uno de ellos?

• Apple Watch Series 2: 2.107m
• Garmin Fenix 3: 2.223m
• Garmin Forerunner 230: 2.104m

El nuevo Watch demuestra que en Apple se han tomado bastante en serio la natación, ofreciendo una precisión muy alta tanto en piscina como en aguas abiertas. El primer caso es más fácil de conseguir, pero mostrar buena precisión a la hora de registrar distancia en aguas abiertas no es nada sencillo y hay fabricantes que han necesitado de años para llegar hasta donde están hoy en día. Apple lo ha conseguido en su primer intento, así que habrá que darles la enhorabuena. Al menos, por ahora…

Sensor de pulso óptico

El sensor de pulso óptico se ha convertido en el nuevo equipamiento obligatorio de cualquier reloj inteligente. Allá donde miremos características de las últimas proposiciones de smartwatch del mercado, en prácticamente todos ellos encontraremos un sensor óptico.

Aunque se parezcan entre ellos, no todos los sensores son iguales. Algunos son muy precisos, pero otros son un verdadero desastre. Así que cada vez que llega un nuevo dispositivo al mercado hay que ver dónde lo situamos. Incluso cuando el sensor no es nuevo (como el caso del sensor del Apple Watch) y vuelve a repetir diseño con el modelo al que sustituye, aunque el aspecto físico sea idéntico los algoritmos pueden cambiar ampliamente.

Si no tienes mucho conocimiento de este tipo de sensores y su funcionamiento, te recomiendo que le eches un vistazo al artículo que publiqué en su momento. Pero te daré los detalles básicos acerca de cómo trabajan.

La teoría es muy simple. El dispositivo emite una luz (generalmente de color verde) que ilumina los capilares. A continuación, el sensor se encuentra en disposición de comprobar tu presión sanguínea y con ello tus pulsaciones. No es una tecnología novedosa, lleva un montón de años entre nosotros. ¿A ti no te han puesto nunca una pinza en el dedo para medir tu pulso? Pues el sistema usado es el mismo.

La diferencia radica en que ahora se pueda medir las pulsaciones en movimiento. Y no sólo andando, sino realizando actividades de alto impacto como pueda ser correr, eliminando además el ruido que se produce en la señal a causa de esas acciones.

Bien, tras esta clase básica lo primero que quiero señalar es que el Apple Watch utiliza dos métodos diferentes para medir tu pulso. Además de los tradicionales LEDs verdes (que se usarán cuando estés realizando alguna actividad física); Apple tiene otro método para medir tu pulso a través de infrarrojos, por lo que a simple vista no habrá nada «activo».

Éste es el método que utiliza para realizar las distintas mediciones que efectúa a lo largo del día, en un intervalo variable de minutos. Estos datos se podrán comprobar en la aplicación de Salud de tu iPhone como has podido ver en la sección sobre el monitor de actividad.

El hecho de usar infrarrojos tiene un motivo muy simple, y es el ahorro de batería. No obstante, su funcionamiento sólo es adecuado cuando no hay mucho movimiento. Si estás andando o realizando actividades sin grabarlas a través de su aplicación (o cualquier otra que use el sensor), es probable que el reloj no sea capaz de leer tu pulso y encuentres fragmentos de tu vida cotidiana sin lecturas realizadas.

Por eso cuando se inicia una actividad el método de registro cambia. En ese caso sí hará el registro cada segundo (que es lo habitual en relojes deportivos) y para ello usará los LEDs de color verde.

A continuación entraré en mayor detalle, comparando además el sensor de Apple con otros sensores (tanto ópticos como de los tradicionales con cinta en el pecho), pero antes quiero aclarar cómo debe llevarse un sensor de pulso óptico para su correcto funcionamiento.

El reloj debe colocarse de forma firme en la muñeca (ni suelto ni que parezca que llevas una boa en el brazo), y siempre por encima del hueso de la muñeca. Generalmente los problemas de lectura son debidos a una mala colocación del reloj, más que a un problema con el tono de la piel o con el vello del brazo.

Comparativas del sensor óptico

En las semanas que he estado probando el Apple Watch S2 he realizado multitud de comparativas con diferentes sensores de pulso, tanto sensores en el pecho como sensores ópticos. En general los resultados han sido buenos, lo cual no quiere decir que hayan sido siempre perfectos.

Mi principal queja siempre será con las dificultades que he tenido en todo momento para poder extraer un archivo de actividad de calidad. No sólo porque no lo soporta de forma nativa, sino porque una vez extraído el formato no es el estándar, lo que me ha llevado mucho trabajo a la hora de hacer estas comparativas.

Y no sólo eso, sino que además se podía dar el caso que el sensor haya tardado unos segundos en obtener lectura de frecuencia cardíaca. Esos primeros instantes sin datos no existen en el archivo de actividad, lo que provoca que las curvas, ya de por sí difíciles de alinear, tengan una separación entre unas y otras. Puede parecer que hay retraso entre los distintos sensores, pero es un problema de estándar. Ya verás algunos de estos ejemplos más adelante,

Empezaremos por algo fácil. Un entrenamiento suave en rodillo. Sin cambios bruscos de intensidad ni otros movimientos más allá que sujetar el manillar de la bicicleta y sin mucha luz ambiente (el mayor enemigo del sensor óptico). Los primeros minutos siempre hay que descartarlos, pues todos los sensores, ópticos o pectorales, necesitan un periodo de «adaptación».

Los cuatro dan registros muy similares, salvo en el caso del Garmin que se pueden apreciar picos a lo largo de la actividad. Probablemente la cinta estuviera algo suelta y estuviera moviéndose al tocar con Stryd. Pero se puede apreciar como los datos leídos por el Apple Watch son correctos.

Seguimos con otra prueba no excesivamente complicada para un sensor de pulso óptico. Carrera a ritmo constante. En este caso una media maratón sin competir, por tanto sin ir demasiado fuerte. De nuevo tenemos un buen resultado global del Apple Watch con dos pequeñas objeciones. En el minuto 40 pierde la lectura, pues se puede apreciar cómo la gráfica hace una línea totalmente recta. Y al final podemos apreciar dos picos puntuales, posiblemente causados por un aumento de cadencia al tratarse del último tramo de la carrera.

Ninguno de estos dos puntos me preocupan, un fallo de lectura puntual puede ocurrir «en las mejores familias».

Pero vamos a ir subiendo el grado de dificultad con cambios de ritmo y entrenamientos de intervalos. Un trote suave terminando el entrenamiento con 3 series de 90m a tope. Aquí ya tenemos el primer problema de alineación de las gráficas.

Ya desde el principio se puede apreciar que el Apple Watch arrastra algo de retraso. Aunque no toda la diferencia de las gráficas es a causa de esa falta de alineación, pues en vivo en la recuperación de los intervalos se podía apreciar perfectamente cómo el Apple Watch llevaba algo de retardo en volver a los datos de los otros dos sensores. Pero nada excesivamente notable, dos o tres segundos a lo sumo.

Además en el primer intervalo el Apple Watch no llega a alcanzar el registro de los otros dos sensores, mientras que en el segundo va un poco por encima. Ese pico supone el último segundo del sprint por lo que al ser un intervalo tan corto es fácil que se pueda perder.

El siguiente entrenamiento de nuevo tiene problemas de alineación, esta vez con el Apple Watch claramente adelantado. Aún así nos permite comparar la gráfica del Apple Watch con las otras dos.

Los picos alcanzados son los mismos y no se aprecian demoras de mención en las recuperaciones.

Otro ejemplo con intervalos en carrera, en el que tampoco hay mucho que reseñar.

Esos intervalos corriendo no es en lo único que clava el registro. Este ejemplo a continuación son intervalos en ciclismo, algo típicamente complicado para otros sensores de pulso óptico donde por ejemplo los relojes de TomTom y Garmin han tenido numerosos problemas.

Sin embargo, en el caso del Apple Watch el resultado es totalmente positivo.

Pero no siempre clava los registros. Como todos los sensores (independientemente de la tecnología que utilice), hay días en los que no se comporta tan bien.

Este es otro ejemplo de intervalos en ciclismo. Los cuatro primeros intervalos los hace correctamente. En el quinto se pierde por primera vez y el sexto tampoco lo hace correctamente. Dos más en los que parece que se recupera pero a partir de ahí se pierde totalmente y no vuelve a recuperarse en todo el entrenamiento.

¿Y qué hay de los entrenamientos en interior? Sin problemas. En este ejemplo puedes ver tras los primeros 30 minutos de rodillo (con 10 de ellos más fuertes) una sesión de core con diversos ejercicios.

Sufre un poco al principio, pero el resto de la sesión la mide correctamente.

Es precisamente en este tipo de escenario donde más dificultades se suele encontrar con los sensores ópticos. Por los distintos movimientos de la muñeca, los cambios en los ejercicios y la falta de intensidad.

Por último, destacar que el Apple Watch S2 (al igual que la primera versión) también permite conectarse a un sensor de pulso externo.

Para ello simplemente tendrás que emparejarlo como un accesorio Bluetooth externo. A partir de ese momento puedes desactivar el sensor óptico y obtener todos los datos del sensor pectoral.

GPS

El receptor GPS es, probablemente, la característica más importante que Apple ha añadido a la nueva versión del Watch. Junto a la natación ocupó una parte importante de su presentación y la transcendencia que le otorgan al deporte es evidente con su colaboración con Nike, quienes preparan una edición especial.

Pues bien, parece mentira que en una parte tan vital de la nueva versión de su reloj inteligente Apple la haya cagado en la forma en que lo ha hecho.

Empezaré por los aspectos positivos. También los tiene y hay que ser justos. En primer lugar, el GPS del Watch S2 es capaz de localizarte en un plano. Punto positivo.

Dejémonos de bromas. Aparte del buen funcionamiento generalizado en la natación en aguas abiertas, hay que decir que el ritmo instantáneo en carrera es rápido a la hora de adaptarse a los ritmos. En una situación de cambios de ritmo (entrenamiento por intervalos) el reloj se adapta rápidamente y muestra la velocidad real en cuestión de 2 o 3 segundos.

Y… ya. Eso es todo lo bueno que puedo decir del GPS del nuevo reloj de Apple. A partir de aquí, comienza la fiesta.

Para empezar, alguien en Apple ha decidido que era buena idea que el reloj comience una actividad cuando todavía no ha obtenido señal GPS. Inicias la actividad, comienzas a correr… y que el GPS te encuentre cuando pueda. ¿A quién le importa el primer minuto de entrenamiento? ¿O los primeros 5 minutos? Además, para qué vamos a hacer lo mismo que hacen el 100% del resto de fabricantes que llevan lanzando dispositivos GPS al mercado, nosotros le vamos a dar la vuelta a esto porque esperar 10 segundos a obtener señal GPS es absurdo. ¡Ay de aquellos que comiencen a entrenar entre altos edificios!

Claro, luego estás corriendo con otros relojes y resulta que el Apple Watch marca la primera vuelta automática 300 metros más tarde. Pero cuando se torna surrealista es al ir pasando los kilómetros y no sólo es que se pone a la par con los otros dos, sino que comienza a marcar los kilómetros por delante de ellos. ¿Compensando para tener un buen resultado final? Porque claro, analizar el tiempo necesario para recorrer cada kilómetro es totalmente superfluo, nadie se preocupa de eso.

Puedo continuar hablando de la calidad de los tracks grabados.  Normalmente cuando pruebo un reloj suelo comparar los tracks de GPS en una aplicación externa comparando con tres, cuatro o cinco relojes diferentes. Como ya sabéis es algo que no se puede hacer con el Apple Watch ante la imposibilidad de exportar la actividad. Pero no te preocupes, porque no va a hacer falta.

Por cosas más suaves que esta han ardido foros de soporte oficiales.

No hace falta que comente nada al respecto, ¿verdad? Simplemente confirmar que no tengo costumbre de beber alcohol. Y menos aún si tengo que entrenar. En cuanto al Apple Watch, no conozco sus costumbres, tal vez él si lo haga y de ahí venga esa ruta.

Y no creas que es algo de un sólo día o que la ubicación es complicada para la recepción de satélites. En absoluto. Junto al mar tengo visibilidad absoluta del cielo, sin árboles o edificios que dificulten la recepción de señal. Y en Marbella no solemos tener días nublados.

Eso es con vista directa del cielo. Como metamos edificios en la ecuación, la cosa «mejora» aún más.

Seamos positivos. Hay días que tiene mejor comportamiento, generalmente a velocidades más elevadas. Un track de ciclismo suele tener mejor aspecto y es capaz de pasar dos veces por el mismo punto. Aunque en los giros se atraganta un poco.

Incluso en días de carrera parece que tiene ganas de acompañarte con un buen entrenamiento y decide no salir bebido. Creo. Un track así conseguido con cualquier otro dispositivo sería considerado malo. En el Apple Watch lo considero «un buen día».

Pero es que creo que tiene vida propia. Además de ser bastante vago. Por ejemplo puede decidir que hacer una media maratón cansa demasiado, y ya que estamos cerca del punto de salida la mejor opción es parar de correr, que es domingo y es muy temprano. Yo me quedo aquí tomando una cerveza y tú sigues tu camino. Pero, ¡eh! No te preocupes porque te dejo en manos del acelerómetro y al final soy capaz de marcarte una distancia final razonable. Da igual la precisión; total, no vas a quedar el primero, qué más te da.

Compara esa ruta con la grabada por un Forerunner 230 que llevaba en la otra muñeca.

Un poco más larga, ¿verdad?

Y no se te ocurra repetir de forma sucesiva un mismo tramo haciendo intervalos. Al menos no sin darle una Biodramina, porque se marea. Tres simples intervalos cortos en recta con recuperación andando. Pues esto es lo que piensa que has hecho. De todo menos una recta.

Menos mal que llevaba un reloj que se toma los entrenamientos en serio para confirmar que no voy petardeando de un sitio a otro. Esto es lo que hice en realidad.

Pero vamos a variar el entrenamiento, y a hacer un poco de bici. Habrá que llevar el móvil, por si acaso. Sensación de seguridad lo llaman. En caso de hacerlo, y llevar el reloj emparejado con el iPhone (creo que lo normal), pues entonces te quedarás sin datos de GPS.

El GPS estará desactivado y te quedarás sin datos de velocidad y distancia. ¿Por qué? Ni idea, quizás en Apple consideran que nadie se lleva el teléfono cuando va a montar en la bici.

Incluso aunque desactives el Bluetooth antes de montar en la bici  (perdiendo por tanto las notificaciones mientras entrenas), te puede ocurrir que como has salido un domingo por la mañana demasiado temprano, el GPS haya decidido que ese día él no sale. ¡Con el frío que hace!

Te puedes encontrar que a pesar de haber estado registrando distancia y velocidad de forma correcta, cuando revisas la actividad en el teléfono… ¡no hay track!

Bien, creo que eso es todo por ahora.

De verdad, es simplemente incomprensible cómo algo teóricamente tan sencillo puede funcionar tan mal. Y no estoy hablando de una mera función que está ahí como relleno, es que es uno de los factores más importantes en la renovación del modelo.

¿Apple lo arreglará? Evidentemente hay muchas cosas que son meros errores de software, como el desactivar el GPS en ciclismo si el teléfono está conectado o que en ocasiones el track no aparezca o aparezca incompleto.

Sobre la calidad de los tracks sólo Apple puede saber si es capaz de mejorar el resultado. Si es un problema de ajuste de algoritmo y de procesado de la señal hay mucho campo de mejora. Si el origen de la falta de precisión está en el diseño de la antena… poco se puede hacer por la vía del software. Pero a día de hoy Apple tiene MUCHO trabajo por delante.

Autonomía

Hay dos aspectos de autonomía que debemos tener en cuenta. La autonomía del día a día y la autonomía con uso de GPS. Ambos son de suma importancia, y te explicaré por qué.

En primer lugar, la autonomía a diario es lo más importante. El reloj debe ser capaz de aguantar un día completo con un uso normal consultando notificaciones y haciendo uso de aplicaciones. Y por uso normal me refiero al habitual, no a leer las últimas 24h de tu timeline de Twitter en la pantalla del reloj.

Tras ese uso normal del día a día, el reloj debe tener suficiente batería como para aguantar un entrenamiento moderadamente largo. Es decir, que después de un duro día de trabajo tiene que quedar algo disponible para cuando vayas al gimnasio, salgas a correr o simplemente a dar un paseo. Porque no tendría ningún sentido si cuando vas a realizar tu actividad, resulta que no tienes batería suficiente y tienes que dejar el reloj cargando.

Apple ha hecho bien los deberes. Con el cambio generacional y la llegada del GPS, se añade también un nuevo chipset más potente y probablemente con menor consumo de batería. Además, ésta última también ha mejorado sus prestaciones, aumentando ligeramente su capacidad sin variar el grosor del dispositivo.

El resultado es que el reloj puede aguantar un uso normal y, cuando llega la hora de entrenar, tener autonomía suficiente para no temer quedarte sin poder grabar la parte final del entrenamiento. De igual forma si lo tuyo es entrenar a primera hora, podrás hacerlo con el Apple Watch sin temor a no tener batería al final del día. Y si no vas a entrenar ese día, en mi uso particular la batería me ha aguantado con facilidad el día y medio, incluso llegando a la noche en el segundo día. A tener en cuenta que el uso particular de cada uno puede hacer variar notablemente esta duración de batería.

El segundo caso a tener en cuenta es cuánto puede aguantar el reloj si estamos entrenando usando el GPS y el sensor de pulso óptico. Apple estima esa duración en 5 horas.

No he podido realizar una prueba con el procedimiento que habitualmente uso (dejar el reloj grabando una actividad hasta que se queda sin batería), pues la actividad se pausa de forma automática cuando detecta que lleva un tiempo sin realizar ningún movimiento.

Tampoco he tenido oportunidad de realizar una actividad en torno a esa duración, pues a la altura de temporada en la que estoy (final de temporada e inicio de comienzo de descanso) no ha habido entrenamientos que lo hayan requerido. Pero si se puede extrapolar en mi uso habitual, incluyendo por ejemplo una media maratón, creo que la cifra de 5 horas indicada por Apple no sólo es posible, sino que tal vez se podría estrujar un poco más allá.

Por tanto, batería más que suficiente para cubrir prácticamente cualquier necesidad, desde las carreras más cortas llegando a poder cubrir una maratón a una buena parte de corredores. Si tienes planeado tardar más de 5 horas para hacer una maratón o vas a realizar maratones de montaña, entonces en ese caso la batería del Apple Watch Series 2 va a limitarte bastante.

Mi opinión

Con el Apple Watch S2 y su uso en deporte, lo primero que hay que tener muy claro es a quién está destinado y a quién no. Apple tiene muy claro quién es su público objetivo: los aproximadamente 20 millones de usuarios de Fitbit. Pero si llegabas aquí pensando que podrías sustituir tu Garmin o Suunto para tu próximo triatlón o maratón de montaña siento darte una mala noticia; el Apple Watch destaca en muchos aspectos, pero el deporte no es uno de ellos.

El Apple Watch tiene bastantes puntos positivos. Partiendo de un dispositivo ya de por sí muy bueno, el sensor de pulso óptico ha mejorado con respecto a la primera versión y el registro de datos está casi a la altura de los líderes del mercado (Scosche y Mio). El registro de natación, algo totalmente nuevo de esta versión, es correcto. Aunque con datos demasiado sencillos.

Pero el GPS necesita trabajo. No sé si podrá mejorarse en próximas actualizaciones de software o si el problema está relacionado con el diseño de antena, pero a día de hoy los datos no son buenos. Y el hecho de no poder disponer de tus archivos de actividad para un análisis más detallado en una pantalla de mayor tamaño o, simplemente, compartirlo en Strava u otras plataformas, supone un fallo inasumible que tendría muy fácil solución, pero que Apple previsiblemente no hará. Habrá que esperar a terceros desarrolladores y ver si consiguen un buen trabajo o si la API no permite exportar ese tipo de detalles.

Por tanto tienes que tener muy claro qué es lo que buscas en el Apple Watch. Si lo que quieres es un buen reloj inteligente -buenísimo- que te permita practicar algo de deporte, el Watch Series 2 es para ti.

Pero si quieres un reloj para correr, nadar o montar en bici tienes decenas de opciones por un cuarto de su precio que lo triplican en funciones. Por supuesto en ellos no encontrarás la fantástica pantalla del Apple Watch, ni la calidad de fabricación o el gran número de aplicaciones disponibles. Pero esto se ve compensado con el funcionamiento para el propósito que están pensados: precisión, funciones deportivas, seguridad de funcionamiento. Y mucha más autonomía.

Comprar Apple Watch 2

Por el momento el Apple Watch sólo se puede adquirir en la tienda de Apple. No obstante, la versión Nike ya está disponible en su propia web. Es una edición especial con su aplicación, correa exclusiva y esfera específica. Puedes pinchar aquí para acceder a ella.

Y recuerda, comprando a través de los enlaces que facilito estarás ayudando a la web sin coste alguno para ti. Es la forma en la que puedes mostrar tu gratitud por las pruebas que publico.

¡Gracias por leer!